Una mujer perdió la vida tras manipular un artefacto explosivo en las inmediaciones de un banco en el centro de Salónica, Grecia. Las autoridades investigan si se trató de un intento de robo o de un ataque simbólico dirigido contra la entidad financiera.
El suceso tuvo lugar a la madrugada de este sábado, en un aparcamiento situado frente a un cajero automático. La mujer, cuyo nombre no ha sido revelado, resultó muerta casi al instante debido a la detonación, que además provocó daños materiales en vehículos estacionados, locales comerciales y edificios residenciales cercanos.
Las primeras pesquisas apuntan a que la víctima tenía un historial delictivo que incluye vínculos con agrupaciones políticas extremistas, participación en robos a bancos y posesión ilegal de armas, según informa el diario griego Katherimini. Además, acumulaba antecedentes por tráfico de drogas, prostitución, hurtos y otros delitos.
La división contra el crimen organizado de la policía griega está a cargo de la investigación, y no descarta que el caso esté relacionado con actividades de grupos de izquierda radical. Estos colectivos han estado activos en Grecia desde la década de 1970, perpetrando actos violentos con una mezcla de motivaciones políticas y delictivas.
La muerte de esta mujer ha encendido las alarmas entre las autoridades, dado el historial del país con respecto a ataques explosivos y violencia política. En los últimos años, aunque muchos de los grupos más activos durante los 80 y 90 fueron desarticulados, han surgido nuevas células con tácticas similares, pero de menor escala. Sus blancos suelen ser instituciones políticas, empresas, cuerpos diplomáticos y, en ocasiones, bancos.
Uno de los casos más recientes ocurrió el año pasado en Atenas, donde un hombre murió y una mujer quedó gravemente herida cuando explotó una bomba casera que estaban manipulando. En ese incidente, como en el actual, no estaba claro cuál era el objetivo final del artefacto, lo que complica aún más las labores de investigación.
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El ministro de Protección Ciudadana, Michalis Chrisochoidis, ha advertido sobre la posible aparición de una nueva generación de extremistas domésticos. Aunque los daños humanos han sido limitados en estos últimos incidentes, los expertos temen que la frecuencia de estos actos pueda ir en aumento si no se refuerzan los mecanismos de prevención.
Con el caso aun bajo investigación, las autoridades buscan esclarecer si el explosivo estaba destinado a facilitar un robo o si se trataba de una acción con motivaciones ideológicas. En cualquier caso, el suceso refuerza la necesidad de mantener vigilancia sobre las redes extremistas que continúan activas en el país.
Con información de El Mundo y AP News
