Una mujer británica que asesinó a sus padres y luego vivió durante cuatro años junto a sus cuerpos en tumbas improvisadas en su casa fue sentenciada a cadena perpetua.
Virginia McCullough, quien gastó el dinero de sus padres e hizo todo lo posible para cubrir sus huellas con familiares y amigos a través de una red de mentiras, se había declarado culpable de asesinato en junio de 2019 en una audiencia anterior en el Tribunal de la Corona de Chelmsford, en el sureste de Inglaterra.
El juez Jeremy Johnson le dijo que no podrá optar por la libertad condicional durante 36 años.
Johnson agregó que las acciones de McCullough representaban una “grave violación de la confianza que debería existir entre padres e hijos”.
McCullough se había declarado culpable de dos cargos de asesinato previamente. Al escuchar su sentencia ante el Tribunal de la Corona de Chelmsford, no mostró ninguna emoción, reportó la BBC.
Cuando la policía de Essex cateó su casa en el pueblo de Great Baddow en septiembre pasado, McCullough confesó que los cuerpos de sus padres estaban en la casa y que ella los había matado.
McCullough, de 36 años, admitió haber envenenado a su padre John McCullough, de 70, con medicamentos recetados que ella trituraba y echaba en sus bebidas alcohólicas y que un día después golpeó con un martillo a su madre Lois McCullough, de 71 años, y la apuñaló mortalmente.
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De acuerdo con reportes de la Policía, la mujer decidió matar a su madre ante su temor de que se diera cuenta de que había asesinado a su padre.
“Cuando la golpeaba era como si alguien tocara mal un xilófono desentonado”, dijo a la Policía sobre el momento en que acabó con la vida de su madre.
Al ser descubierta, no mostró remordimiento ante las oficiales, de acuerdo con videos de cámaras corporales de los agentes.
“Sabía que esto llegaría con el tiempo”, dijo mientras estaba esposada, según las imágenes difundidas en la audiencia este viernes. “Es apropiado que cumpla mi castigo”.
Después de que McCullough fuera arrestada bajo sospecha de doble asesinato, le dijo a un oficial: “Anímate, al menos has atrapado al malo”, y agregó: “Sé que no parezco 100% malvada”.
Más imágenes de una cámara corporal muestran a McCullough en la estación de Policía diciéndoles a los oficiales dónde podrían encontrar el martillo y el cuchillo de cocina que usó para matar a su madre.
De acuerdo con la fiscalía, McCullough mantuvo a su padre en un “mausoleo casero” en su dormitorio y estudio de la planta baja, en una estructura que estaba “compuesta por bloques de mampostería apilados entre sí”.
También había envuelto el cuerpo de su madre en un saco de dormir en un armario del último piso de la propiedad.
Un fiscal dijo que las restricciones impuestas durante la pandemia ayudaron a la atacante a mentir sobre el estado de sus padres.
“Las restricciones de la covid fueron un golpe de suerte para esta acusada al perseguir el engaño de que sus padres todavía estaban vivos”, dijo el fiscal.
En los años transcurridos entre los asesinatos y su arresto, McCullough acumuló deudas en tarjetas de crédito a nombre de sus padres y continuó gastando sus pensiones. El tribunal escuchó que ella canceló arreglos familiares y con frecuencia les decía a médicos y familiares que sus padres no se encontraban bien o estaban de viaje por largos períodos.