Brasil.- Una mujer de 101 años de edad, María Cardos, sorprendió a su familia al informarles que buscaba un empleo.
Ella reside en Sao Paulo, Brasil y, a pesar de su edad, señala que no quiere depender más de su hija, pues quiere trabajar para comprar sus “vinositos” y “carnesita”.
Una de las empresarias de la zona, identificada como Juana Araújo, vio el CV y se sorprendió de la edad de la señora, lo cual la dejó sorprendida por sus ganas de trabajar.
Aunque doña María postuló a varios puestos de trabajo, ella no sabe escribir porque trabaja en el campo, afortunadamente una vinatería leyó su historia y le envió varias botellas de vino.
Con información de O Globo