El martes, el Vaticano hizo público el anuncio de la renuncia de un obispo polaco que era responsable de una diócesis en el sur de Polonia, donde un sacerdote había organizado una orgía que causó conmoción.
“El santo padre ha aceptado la renuncia al gobierno pastoral de la diócesis de Sosnowiec (Polonia) presentada por su excelencia el obispo Grzegorz Kaszak”, indicó un comunicado del Vaticano sin dar una razón para la decisión.
En septiembre, en la ciudad de Dabrowa Gornicza, ubicada en la diócesis de Sosnowiec, un sacerdote organizó una orgía en su parroquia e incluso invitó a un prostituto. El escandaloso incidente salió a la luz cuando el invitado perdió el conocimiento y fue necesario solicitar asistencia médica.
Este caso ha generado una gran consternación en Polonia, un país con una fuerte tradición católica. Los medios de comunicación locales han mencionado otros dos escándalos previos en la misma diócesis, lo que agrava aún más la situación y plantea interrogantes sobre la supervisión y el liderazgo eclesiástico en esa región.
“El padre Tomasz Z y otros dos laicos han cometido una violación muy grave de las normas morales, que la Iglesia no tolera y condena enérgicamente. El incidente se ha convertido en motivo de gran escándalo para los fieles y de justificada indignación pública”, indicó luego la web oficial de la diócesis.
La renuncia del obispo polaco es un reconocimiento de la gravedad de los acontecimientos ocurridos en su diócesis. Se espera que esta acción permita una investigación más exhaustiva y se tomen medidas para abordar las irregularidades y prevenir futuros incidentes de esta naturaleza.
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Cabe destacar que estos escándalos han provocado un debate público sobre la conducta y la integridad de los miembros del clero en Polonia y han sacudido la confianza de los fieles en la Iglesia Católica. La sociedad polaca espera que se realicen cambios significativos para garantizar una mayor transparencia y responsabilidad dentro de la institución religiosa.
Con información de Milenio