El primer ministro de Bulgaria, Rosen Zhelyazkov, presentó su renuncia tras una ola de protestas masivas que se intensificaron desde finales del mes pasado. El funcionario, que había asumido el cargo en enero de 2025, permaneció menos de un año al frente del gobierno antes de hacerse a un lado en medio del creciente descontento social.
Las manifestaciones, encabezadas principalmente por jóvenes, surgieron por el proyecto de presupuesto para 2026, que contemplaba incrementos en impuestos y aportaciones sociales, así como nuevas tasas. La iniciativa provocó un rechazo generalizado en un país que enfrenta una profunda inestabilidad económica.
Asimismo, Rosen Zhelyazkov también enfrentaba acusaciones de corrupción y cuestionamientos por la presunta influencia del expresidente del partido GERB, Boiko Borisov, y del oligarca Delyan Peevski, sancionado por Estados Unidos y Reino Unido por presuntos actos corruptos. Estas preocupaciones reforzaron la exigencia ciudadana de un cambio en el liderazgo.
El primer ministro anunció su dimisión ayer jueves 11 de diciembre durante un mensaje en el Parlamento de Sofía, poco antes de que los legisladores votaran una moción de censura en su contra. “Hemos escuchado la voz de quienes han estado protestando. Lo que exigen es la dimisión del gobierno”, declaró ante los medios.
Un día después, el Parlamento búlgaro aprobó la renuncia con 277 votos a favor, es decir, de manera unánime. En su discurso final, Zhelyazkov afirmó que su decisión buscaba “estar a la altura de las expectativas de la sociedad” y contribuir a restaurar la estabilidad.
Otro factor que alimentó la tensión social es la inminente adopción del euro como moneda oficial, prevista para el 1 de enero de 2026. Aunque la medida continúa según lo planeado, incluso con la crisis política, persisten temores entre la población sobre un posible aumento generalizado de precios.
Cabe mencionar que, la presidenta del Banco Central Europeo, Christine Lagarde, advirtió previamente que la transición al euro podría generar un incremento temporal en la inflación. Aun así, las autoridades financieras búlgaras aseguraron que el proceso seguirá adelante sin cambios.
El proyecto de presupuesto para 2026 habría sido el primero calculado completamente en euros, lo que también generó inquietudes sobre el impacto económico de la conversión monetaria en uno de los países más pobres de la Unión Europea.
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La renuncia de Rosen Zhelyazkov se suma a una creciente lista de primeros ministros que han dejado el cargo en Bulgaria en los últimos cuatro años. Desde 2021, el país ha tenido siete jefes de gobierno, reflejo de la inestabilidad política que atraviesa la nación.
La ciudadanía ha manifestado también su frustración ante lo que consideran una corrupción endémica y años de disfunción democrática, factores que han impulsado una mayor participación en las protestas recientes y han acelerado la caída del gobierno.
Con información de Sopitas.com y The New York Times.
