La mujer fue declarada culpable de estrangular a una mujer embarazada y será ejecutada mediante inyección letal en la penitenciaría estadounidense tras siete décadas sin ejecuciones femeninas.
De acuerdo con el Departamento de Justicia de Estados Unidos, se programó la primera ejecución federal de una mujer en casi 70 años, el 8 de diciembre la mujer será condenada a muerte.
Se trata de Lisa Montgomery, condenada por un asesinato en 2004, quien fue declarada culpable de estrangular a una mujer embarazada en Missouri y será ejecutada mediante inyección letal en la penitenciaría estadounidense Terre Haute, Indiana, dijo el departamento en un comunicado.
De acuerdo con el medio NBC News la última ejecutada por el gobierno de Estados Unidos fue Bonnie Heady, en una cámara de gas en Missouri en 1953.
En 2007, un tribunal del distrito occidental de Missouri condenó a muerte a Montgomery después de declararla culpable de un secuestro que resultó en la muerte.
Mientras que su abogada, Kelley Henry, dijo que Montgomery merece vivir porque padece una enfermedad mental y sufrió abuso infantil.
“Lisa Montgomery ha aceptado durante mucho tiempo toda la responsabilidad por su crimen y nunca saldrá de la cárcel”, dijo Henry en un comunicado. “Pero su grave enfermedad mental y los efectos devastadores de su trauma infantil hacen que ejecutarla sea una profunda injusticia”, argumentó.
Montgomery recibió la pena de muerte por matar a la futura madre Bobbie Jo Stinnett, cortar al bebé de su útero y luego fingir que era suyo.
Por su parte, el Departamento de Justicia lo describió como un “plan premeditado de secuestro y asesinato” en un comunicado de prensa.
El fiscal general William Barr dijo a The Associated Press en julio que el Departamento de Justicia tiene el deber de ejecutar las sentencias impuestas por los tribunales, incluida la pena de muerte, y de dar una sensación de cierre a las víctimas y a los habitantes de las comunidades donde se produjeron los asesinatos.
Sin embargo, los críticos argumentan que el gobierno está creando una urgencia innecesaria y fabricada para obtener ganancias políticas.