Tres personas murieron y al menos 34 resultaron heridas tras un ataque aéreo lanzado por Israel en Damasco, la capital de Siria, el 16 de julio, en lo que se considera uno de los bombardeos más contundentes contra instalaciones del régimen en los últimos meses. El blanco principal fue un edificio militar cercano al Ministerio de Defensa, así como zonas próximas al Palacio Presidencial.
La ofensiva se dio en medio de una creciente escalada de tensiones en el sur de Siria, particularmente en la provincia de Sueida, donde viven mayoritariamente miembros de la comunidad drusa.
En dicha región, enfrentamientos entre milicias locales, fuerzas del gobierno sirio y grupos beduinos dejaron más de 350 muertos en menos de una semana, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
TROPAS DE SIRIA SE RETIRAN DE LA ZONA DRUSA
Como respuesta a la violencia, y en un intento por reducir la presión militar y diplomática, el régimen de Bashar al‑Ásad anunció el retiro de sus tropas de la región drusa. El repliegue se concretó el miércoles en la noche, después de negociaciones en las que intervinieron líderes religiosos drusos y representantes de Estados Unidos.
ISRAEL JUSTIFICA EL ATAQUE Y ASEGURA QUE DEFIENDE A LOS DRUSOS
El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, declaró que los bombardeos fueron una “respuesta directa” al aumento de la presencia militar siria en la región sur y a las amenazas contra la comunidad drusa, con la que este país mantiene vínculos históricos, especialmente en los Altos del Golán.
“Israel no permitirá que el régimen sirio ni sus aliados conviertan las áreas cercanas a nuestras fronteras en bases de ataque o zonas de represión contra los drusos”, aseguró Gallant.
La comunidad drusa, que también tiene presencia en Líbano, Jordania e Israel, ha sido históricamente ambivalente frente al régimen sirio. Si bien una parte de sus líderes ha respaldado a Bashar al‑Ásad, especialmente en años anteriores, otra facción se ha distanciado del gobierno y ha creado milicias de autodefensa para proteger a la población civil en zonas rurales del sur del país.
¿POR QUÉ SE DESATÓ EL ÚLTIMO CONFLICTO?
Los recientes enfrentamientos en Sueida comenzaron el domingo pasado, tras el secuestro de un comerciante druso por milicianos beduinos con presunta complicidad de miembros del ejército sirio.
Milicias drusas de autodefensa reaccionaron violentamente, y en respuesta, el gobierno desplegó fuerzas del Ejército Árabe Sirio, lo que provocó enfrentamientos sangrientos.
Testigos en la zona aseguran que las fuerzas de seguridad cometieron ejecuciones extrajudiciales y saqueos en pueblos drusos.
Observatorio Sirio de Derechos Humanos indicó que en dicho enfrentamiento hubo más de 350 muertos, entre ellos 79 combatientes drusos, 55 civiles, 189 miembros del ejército sirio y 18 combatientes beduinos.
Como resultado, la presión sobre el régimen de Al‑Ásad aumentó desde dentro como desde fuera del país. Israel intensificó sus amenazas y Estados Unidos actuó como mediador para una salida temporal a la crisis.
Finalmente, después del ataque aéreo israelí en Damasco , el gobierno sirio anunció un alto el fuego y la retirada de sus tropas de Sueida, lo que fue confirmado por observadores internacionales y líderes religiosos drusos.
¿QUIÉNES SON LOS DRUSOS?
Los drusos son una comunidad religiosa que surgió en el siglo XI en el seno del islam chiita, aunque con el tiempo desarrollaron una teología propia tan singular que hoy son considerados una religión independiente. Su fe combina elementos del islam, el cristianismo, el neoplatonismo y el gnosticismo.
Con una población estimada en alrededor de 1.5 millones de personas, los drusos viven principalmente en tres países: Siria (en particular, en la región de Sueida), Líbano (en zonas del Monte Líbano) e Israel, donde representan una minoría que ha logrado cierto grado de integración.
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En Israel, los drusos gozan de ciudadanía plena y muchos sirven en las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI).
