La Mona Lisa, probablemente la pintura más famosa del mundo estuvo a punto de ser vandalizada por unas activistas que protestan contra el cambio climático. Por fortuna para los amantes del arte, el Museo del Louvre de París, Francia, hogar del cuadro, ha colocado un cristal que la protege de esta clase de situaciones.
Fue la mañana de este domingo 28 de enero que se ha dado a conocer esta protesta, las cuales son cada vez más comunes en museos.
Se trata de dos mujeres activistas, quienes protestan exigiendo el derecho a una alimentación sana y que los agricultores tengan un trabajo digno.
“Qué es más importante? ¿El arte o el derecho a una alimentación sana y sostenible? Nuestro sistema agrícola está enfermo. Nuestros agricultores mueren en el trabajo. Uno de cada tres franceses no come todos los días”, gritaron las ambvientalistas luego de arrojar sopa al cuadro de la Mona Lisa.
Además, las dos mujeres señalaron que es el punto de partida de una campaña más intensa de protestas y manifestaciones.
De acuerdo con lo informado, fue cerca de las 10:00 am cuando arrojaron sopa de calabaza a la Mona Lisa, la acción duró cerca de dos minutos. Las activistas traspasaron el cordón que separa el cuadro de Leonardo da Vinci del público y mostraron unas camisetas.
Según el propio Louvre, habían escondido el líquido en un termo de café. En la entrada del museo se aceptan alimentos, aunque durante un periodo estuvo prohibido el ingreso con los mismos.
Cabe recordar que en años recientes, ecologistas y ambientalistas han intentado atacar obras de arte emblemáticas patrimonio de la humanidad a fin de llamar la atención e intentar sensibilizar a la opinión pública sobre problemas relacionados con el cambio climático.
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“A través de su acción no violenta, Sasha de 24 años y Marie-Juliette de 63 años exigen el establecimiento de una Seguridad Social Alimentaria Sostenible”, publicó la organización Riposte Alimentaire, que se traduce como “Respuesta Alimentaria”, de la que forman parte las manifestantes.
Por su parte, ciudadanos y funcionarios como la ministra de Cultura de Francia, condenaron el atentado contra la Mona Lisa o La Gioconda, como también se le conoce.