El la República Checa o Chequia, los castores construyeron en dos días una presa que las autoridades habían planeado construir durante siete años, ahorrando 1.2 millones de dólares (30 de coronas); mientras, los funcionarios siguen solicitando los permisos.
Desde 2018 se desarrollaba un proyecto para restaurar zonas acuáticas y paisajísticas protegidas en el parque natural de Brdy. La obra pretendía revitalizar unos humedales en una antigua base militar, pero la burocracia y la falta de fondos retrasaron su ejecución.
Los castores, en cambio, pusieron manos a la obra sin formalidades ni burocracia: “Los castores crearon los biotopos necesarios durante la noche”, declaró Bohumil Fišer, jefe de la administración del Área del Paisaje Protegido de Brdy, a Radio Praga International.
En la zona, soldados habían construido años atrás un cañón de desviación con fines militares, donde ahora los roedores levantaron sus presas.
El proyecto de revitalización tenía como meta drenar la tierra y, posteriormente, permitir que recuperara su estado natural. Sin embargo, las negociaciones por la propiedad del terreno y la tramitación de permisos resultaron muy prolongadas.
“Los castores los superaron, ahorrándonos 30 millones de korunas. Construyeron las presas sin ninguna documentación y costo”, aseguró Fišer, aludiendo al modo en que los roedores completaron la obra sin contratiempos.
Jaroslav Obermajer, jefe de la oficina de Bohemia Central de la Agencia Checa para la Conservación de la Naturaleza y Protección del Paisaje, elogió la pericia de esos mamíferos acuáticos.
“Los castores siempre lo saben mejor. Los lugares donde construyen presas siempre los eligen correctamente, mejor que cuando los diseñamos en el papel”.
Repoblar
Durante años, la administración reunió todos los permisos necesarios y estaba lista para comenzar la construcción, pero fue innecesario, ya que los castores autóctonos, que viven en el parque desde 2020, construyeron presas en los mismos lugares previstos por el gobierno.
“El castor es un animal considerado dañino por agricultores, empresas forestales y gestores de cuencas hidrográficas, pero a menudo se pasa por alto su papel en la lucha contra la sequía, en mantener las corrientes de los ríos o conservar sus ecosistemas”.
Es una de las conclusiones a la que llegó un equipo de expertos checos que estudia la población joven de esos roedores semiacuáticos mediante localizadores electrónicos, lo que les permite conocer sus hábitos y rutas de expansión.
“Los castores son importantes; ayudan a apaciguar el agua y, aunque estén asociados a zonas empantanadas y causen ello daños, son útiles en terrenos secos porque construyen represas”, dijo Ales Vorel, de la Facultad de Medio Ambiente de la Universidad Agrícola Checa.
República Checa, junto a Noruega y Rusia, es uno de los países que dedica en Europa más esfuerzo a analizar esa especie animal, bautizada por algunos como “el ingeniero del ecosistema”.
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El proyecto checo, que actualmente cumple su segundo año, está orientado a los ejemplares jóvenes que abandonan el nido materno y se lanzan a buscar pareja y repoblar nuevas riberas.
Cuando los castores hacen una presa, ralentizan el flujo de agua en la corriente y se puede formar un humedal con ricos sedimentos que beneficia a todo el ecosistema.
