El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, ha dado inicio a la implementación del plan “Cero Ocio”, una iniciativa destinada a promover la reinserción social de los presos a través del trabajo comunitario.
Esta medida ha sido puesta en marcha con el objetivo de brindar oportunidades de rehabilitación a aquellos prisioneros que no han cometido delitos graves.
El plan “Cero Ocio” facilita la participación de los presos en diversas labores de interés público, tales como construcción de infraestructuras viales, educativas y de salud, así como en proyectos de limpieza y mantenimiento urbano, entre otros.
El gobierno de El Salvador ha diseñado este programa con herramientas adicionales para la reintegración efectiva de los presos a la sociedad. Se incluyen talleres y programas educativos destinados a preparar a los prisioneros para una transición exitosa fuera de la prisión, promoviendo su rehabilitación personal y social, y facilitando la reparación de los daños ocasionados a la comunidad.
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El plan de Bukele que pone a trabajar a los presos
En concreto, esta medida busca que los presos que hayan cometido delitos menores limpien calles, playas, arreglen hospitales y escuelas o construyan viviendas, como una forma de reparar el daño que han hecho la sociedad.
Según el sitio gubernamental, más de 2 mil presos de la fase de confianza se incorporan a diario a las diversas actividades como, por ejemplo, borrar grafitis, limpiar la basura de las playas y participar en la reparación de centros educativos y hospitales.
“Bajo el nuevo sistema penitenciario se han creado las condiciones necesarias para lograr que el 100% de los privados de libertad se discipline en actividades productivas”, se lee en uno de los artículos.
Algunos de los objetivos del proyecto de Bukele son mejorar la disciplina y el orden dentro de estos centros penitenciarios, además de promover la rehabilitación y reintegración de los reclusos a la sociedad.
Samuel Díaz, director del Centro Industrial, una de las granjas penitenciarias del país, explicó que los presos elegidos no tienen vinculación con pandillas ni organizaciones criminales.
“Se clasifican conforme a sus cualidades y en lo que se desempeñaban cuando estaban fuera, en la vida libre, y posteriormente por las habilidades que ellos han aprendido acá dentro del sistema penitenciario”, indicó.
Con información de Antena 3.