Nuevamente, China está envuelto en la polémica por exhibir animales “falsos”, desde los perritos pintados como pandas hasta los humanos disfrazados de osos malayos. Ahora, fue un acuario que intentó engañar a sus visitantes con un tiburón ballena robot.
Este escándalo sucedió en el acuario Xiaomeisha Sea World en Shenzhen, China, que tras una renovación de cinco años, volvió a abrir sus puertas al público promocionando al tiburón ballena como su máxima atracción.
Durante su primera semana de reapertura, el zoológico oceánico atrajo cerca de 100 mil visitantes, que pagaron alrededor de 40 dólares (788 pesos) para entrar y ver al pez más grande del mundo, el cual llega alcanzar los 18 metros de largo. Sin embargo, poco tiempo se tardaron en descubrir que era falso.
A través de diversas fotografías y testimonios de los visitantes, señalaron que el tiburón ballena que se paseaba por el acuario era un modelo mecánico que poco tenía que ver con este animal marino.
Luego de sentirse decepcionados, los visitantes expresaron su molestia en las redes sociales, acusando a Xiaomeisha Sea World de haberlos engañado y estafado; por lo que muchos exigieron su rembolso.
Administradores del acuario se justifican
Tras la polémica, el acuario chino justificó su decisión de introducir un robot en lugar de un tiburón ballena real, señalando que deben cumplir con las leyes de protección animal, pues no se puede mostrar uno de verdad.
No obstante, esta explicación no disminuyó la molestia de la gente, que dijo, era preferible no mostrar ningún ejemplar de esa especie, que mostrar una copia mecanizada.
Cabe destacar que no es la primera vez que un zoológico en China intenta engañar a sus visitantes con animales falsos, en septiembre pasado el zoológico de Shanwei también fue acusado de exhibir pandas, que en realidad eran perros. La gente se percató de esto luego de que uno de ellos ladrar.
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Al principio, el zoológico intentó desentenderse de la farsa, afirmando que los animales eran una raza de “perros panda”. Sin embargo, más tarde confesó que acababan de teñir dos Chow Chow, una raza de spitz popular en el norte de China.
Algo similar sucedió en el zoológico de Taizhou, ubicado en la provincia de Jiangsu, China, donde los “pandas” también eran perros Chow Chow. Aunque las personas lo acusaron de maltrato animal, el bioparque aseguró que el plan “perro por panda”, no perjudicaba a la fauna.