Mérida, Yucatán.- Si no le dejas de prestar servicio de Uber a las bailarinas de los centros nocturnos, me voy a ahorcar, le dijo Karla a su marino la tarde del sábado 12 de mayo, después de haber alistado la ropa para que éste se fuera a trabajar.
La sentencia de la joven mujer de 19 años, no fue tomada en serio por Manuel, quien se despidió de ella después de haber degustado sus alimentos.
Debido a que su marido no le hizo caso y continuó como conductor de Uber, brindándoles servicios, entre otros clientes, a bailarinas de centros nocturnos, Karla G., de 19 años de edad, y vecina del fraccionamiento Cordeles Chuburná, tomó la fatal decisión de ahorcarse.
El ahora viudo, Manuel N., de 25 años de edad, se empeñó en continuar en esa labor y no quiso ceder, pensando que la iba a convencer con el tiempo de su lealtad, pero su joven mujer no soportó esa actitud y tomó la fatal decisión.
El lamentable caso sucedió en un predio de la calle 23 con 30, del mencionado fraccionamiento, ubicado en la parte poniente de Chuburná, rumbo a Chenkú.
De la Rosa Delgado relató que ayer sábado a las 4:30 de la tarde salió de su casa para ir a trabajar como de costumbre y llevar a sus trabajos a las guapas chicas, así como el retorno de éstas.
Sin embargo, cuando regresó a su casa alrededor de las 4:00 de la madrugada, se encontró con la desagradable sorpresa de ver ahorcada a su pareja. Intentó reanimarla, pero la joven ya había fallecido.