A veces me pregunto el por qué suceden las cosas, sobre todo aquellas que lastiman mi alma. El martes de esta semana me encontraba acostada dispuesta a dormir, cuando entra Mary a mi recámara y me da la noticia de que Jocelyn, una de mis niñas de Los Planes de Alonso AC, acababa de irse con Dios.
Yo con lagrimas en los ojos, con mi corazón lastimado, me pregunté ¿Por qué? ¿Por qué otro de mis niños se me va?
Ella, mi Jocelyn estaba en transplante de médula casi ya por finalizar su recuperación cuando de pronto comienza a sentirse mal, a ahogarse y entró en paro cárdiaco. El esfuerzo de los médicos, su entrega, no fue suficiente porque había un plan de Dios para Jocelyn.
Esa pregunta en mi mente ¿Por qué, por qué?; un día llegó a mi la respuesta, y fue la misma que compartí con la mamita de Jocelyn en la capilla donde estaba mi niña.
“Señora, muchas veces me pregunto o me preguntan ¿Por qué, señora Rocío, mueren niños pequeños o jóvenes con cáncer, en lugar de morir violadores, secuestradores, ladrones?
Reflexionando encontré la respuesta; le dije: -Señora su hija es lo más preciado, lo más valioso para usted, ¿Imagínese cómo sera para Dios?, cuando él la creó, él le dio ese regalo hermoso al darle la vida a su niña, ¿Por qué?, porque Dios confió plenamente en usted, porque ella ha sido una hoguera de luz de amor que ha acercado a Dios a muchas, muchas personas, a pedir por ella y al hacerlo se forma la más hermosa cadena, esa cadena que existe es amor, amor al prójimo, esa paz que se consigue en el alma, cuando te solidarizas ante el dolor del otro.
Tu niña Jocelyn fue elegida simplemente porque Dios “no pule vidrio, sólo piedras preciosas”. Tu niña brillará siempre en el cielo, como la más bella estrella iluminará tu corazón de madre lastimada, y cuando menos lo esperes, quizá con la caricia del viento, te susurrará “¡Mami te amo!”.
Esa respuesta que viene a mí, no sólo es por hablar, esa respuesta la encontré también dentro de mi corazón, con la muerte de mi hijo Alonso.
Y al escribir muerte, no me gusta llamarlo así, porque muerte es quien ya no vive, quien aun en vida, camina, come, trabaja como muerto sin ilusiones, sin alegría, sin descubrir sus sueños; para mi esas personas son las que realmente están muertas, y Alonso, Jocelyn y todos esos niños y jóvenes que han partido con Dios, ahora más que nunca viven la vida eterna.
Otra respuesta a mi pregunta de por qué se fue otra niña de Los Planes de Alonso A.C.; yo le preguntaba a Dios, señor mi corazón se está rompiendo con cada uno de mis niños, ¿Cómo voy a resistir?
Él me contestó prontamente: Rocío, la misión de Los Planes de Alonso A.C. es escuchar corazones lastimados, abrazarlos, amarlos y dibujar una sonrisa en ellos.
Rocío, me dijo mi padre en silencio; “yo le daré a cada madre la fortaleza cuando sus hijos enfermen o cuando deba llevarlos conmigo, estoy presente en tu vida y en la de muchas familias que ha tocado la enfermedad a la puerta; yo Dios, soy la luz, la esperanza, y el consuelo de los afligidos. Amar muchas veces duele, mi madre María, desde que estuve dentro de su seno, sabía lo que me pasaría, y aun con todo su dolor, confió y me dijo ‘Eh aquí la esclava del señor hágase en mí su voluntad’, y ahora ella comparte luz de amor y esperanza a los demás.
Esas respuestas de Dios en el silencio de mi corazón, son para todas las familias que se les ha rotó el corazón. Busquemos esa respuesta en el bálsamo del amor.
No nos quedemos atados al sufrimiento, no nos anclemos sin navegar. La vida es un camino de amor, de alegría, de sabiduría y entendimiento, y debemos llegar al final de ella con una sonrisa en el rostro, una sonrisa que diga “la vida es bella”.
Me voy con luz de amor y paz en mi corazón, no temo porque ahora seré un lucero cargado con todo lo bello que recogí de mi vida, lo malo, lo deje atado y nadie me impedirá seguir mi camino a lo infinito donde Dios me espera.
¡Dios por delante!
Rocio Martinez Preciado
Presidenta
Los Planes de Alonso AC.
Cel. 4626058359
Correo: rociomartinezpreciado@hotmail.