Cancún.– A nueve años de su creación, la Agencia Espacial Mexicana (AEM), una dependencia que a la fecha ha gastado más de 900 millones de pesos en sueldos, no ha hecho absolutamente nada de lo que se planteó como objetivos, señaló José Jaime Herrera Cortés, presidente de la Sociedad Astronómica de Quintana Roo e integrante de la Agencia.
Hablar de una agencia espacial no es sólo hablar de cohetes y astronautas, sino de desarrollo de tecnologías, que es lo que impulsa a la industria, genera fuentes de empleo, refuerza las ingenierías en las universidades. Sin embargo, no se ha invertido, no se ha hecho nada que repercuta en soluciones a problemas como el del sargazo, medio ambiente, ecología y energía renovable, añadió.
El entrevistado comentó que la idea original del proyecto de la AEM cuando se presentó en 2004 ante el Poder Legislativo, consistía prácticamente en asentar las oficinas, instalaciones y todo el “hub” de desarrollo tecnológico en Quintana Roo. Se contactó a la NASA y a la Agencia Espacial de Rusia, que realizó un estudio completo en la Riviera Maya y concluyó que una de las ventajas del Estado es su posición geoestratégica con el resto del mundo.
En entrevista para el noticiero de Radio Turquesa, dijo que a los rusos les interesó mucho tener un convenio con la AEM para lanzar desde tierra mexicana sus cohetes y vehículos espaciales en vez de hacerlo desde Rusia porque está más cerca del Ecuador y eso les permitiría ahorrar combustible y enviar más carga útil al espacio, lo que, traducido en dinero, equivale a millones de dólares.
La NASA también vio la ventaja de instalar un laboratorio oceanográfico como el que tiene en La Florida, donde se realizan simulacros análogos y probar “hubs” o hábitats lunares para el proyecto para volver a la Luna en 2022, lo que dará pie precisamente a la exploración de Marte, continuó.
Según dijo, hace 10 años, cuando presentaron a la Cámara de Diputados la iniciativa para la creación de la Agencia, entregaron estudios que determinaron que Quintana Roo es la zona idónea para instalar laboratorio oceanográfico, centro espacial y todo un “hub” de desarrollo de tecnologías. También se consideró a Tulancingo, Hidalgo, porque ahí hay instalaciones en las que se realiza percepción remota.
No hay avances por centralización
Lamentablemente, el director de la AEM centralizó todo en la Ciudad de México y a la fecha no se ha hecho nada y tampoco hay avances del laboratorio oceanográfico propuesto en Quintana Roo para determinar, por ejemplo, qué pasaría con el pez león, que está acabando con las especies endémicas; con el síndrome blanco, que afecta a la segunda barrera de arrecifes más importante del planeta; con el sargazo, del que ni siquiera hay una análisis profundo sobre lo que lo origina; y el seguimiento de la basura espacial.
Buscaremos acercarnos al Gobierno Federal para aprovechar la desconcentración de dependencias y retomar el proyecto original para que la AEM se asiente en Quintana Roo.
Asimismo, afirmó que en su momento se presentó un programa denominado Plan 020, pero lamentablemente hubo una manipulación al designar al director de la agencia y a quien se la dieron no tiene la visión ni ha consolidado proyectos, que se quedaron truncos.
Hace un par de años, cuando se planeó poner en órbita el satélite Centenario, que costó más de 300 millones de dólares, la Agencia ni siquiera levantó la mano para decirles que no fueran con la empresa de cohetes Protón porque no era un proveedor confiable.Nosotros sí lo dijimos, pero no nos hicieron caso. El resultado fue que el cohete estalló y se perdió mucho dinero, a pesar de que nos dijeron que el satélite estaba asegurado.
La AEM rindió un informe que abarca del 2012 al 2018 y todo lo que se refiere a recursos está tachado. Parece que no quieren que la sociedad no sepa en qué se ha gastado el dinero público y no se cumplen las normas de transparencia.
El entrevistado reconoció que con el gobierno del Estado no han tenido acercamientos porque primero lo quieren hacer con el Presidente de la República para exponerle la situación de la AEM.