Tiene 32 años y es un arqueólogo que durante cerca de una década trabajó en Teotihuacán. Sin embargo el hallazgo por el que este mexicano se hizo famoso tiene poco que ver con las culturas prehispánicas: es más bien la muestra de la violencia en que ha vivido México las últimas décadas. Son restos de cientos o quizá miles de víctimas del narcotráfico, en este caso de “Los Zetas”.

Miguel Ángel López Vargas fue quien halló en Patrocinio, en el municipio de San Pedro, Coahuila, junto con el equipo de investigación forense de la Fiscalía de ese estado miles de fragmentos de restos óseos en lo que es el cementario más grande de víctimas de “Los Zetas”.

Estos fragmentos a veces no superan el tamaño de una uña, relata a Sin Embargo el arqueólogo.

En esta zona este equipo de expertos ha hallado cadáveres sin identificar dentro de varias fosas clandestinas, de personas que están desaparecidas, a muchas de las cuales al parecer nadie buscó o nadie reportó.

Las exhumaciones de restos en este sitio de Coahuila fueron calificadas incluso por el gobierno federal como el más grande evento en su tipo en México.

Tan solo tras tres semanas de trabajo el equipo había logrado detectar 53 indicios: 44 de hombres y cuatro mujeres. Además de restos como brazos y piernas.

Como antecedente esta rgan fosa fue cavada por el gobierno en 2011, durante el apogeo de la llamada “Guerra contra el Narco” de Felipe Calderón Hinojosa.

Durante la entrevista que le hacen a Miguel relata que dejó los trabajos en Teotihuacán cuando vio una convocatoria de la Fiscalía de Coahuila donde solicitaba arqueólogos con conocimientos forenses y que quiseiran trabajar identificando restos humanos. Poco tiempo después envió sus documentos, fue aceoptado y asignado a la región de la Laguna.

Mediante técnicas arqueológicas Miguel y otros profesionales son quienes están acargo de los trabajos, dicen qué ahcer, dónde, examinan el sitio y dejan muy claro que aquí no es excavar por excavar, sino que hay que hacerlo con orden y de acuerdo a como lo plantea la Arqueología. Sin embargo reconocen que no se dan abasto y que falta más personal, más arqueólogos y antropólogos, más manos, pues los restos siguen y seguirán apareciendo.

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Algunas estimaciones consideran que podría haber hastas 37 mil desaparecidos en México. Tan solo los trabajos durante lo que va de esta nueva administración federal y que son coordinados por el subsecretario de Gobernación Alejandro Encinas, se han detectado 81 sitios en los que habría unas 222 fosas clandestinas con unos 337 cuerpos.

Con imágenes de Sin Embargo.