>>Utiliza la dependencia federal, maquinaria y personal para devastar manglar, romper la ciclovía de la Zona Hotelera, y todo en beneficio de la empresa Luximia
Carlos Calzado C.
CANCÚN, QUINTANA ROO.- En el kilómetro uno del Boulevard Kukulcán, Fonatur colocó una barrera con mamparas de madera, en una extensión de unos 75 metros lineales con lonas que explican: “estamos trabajando para mejorar la ciclovía, disculpa las molestias que estas mejoras les(SIC) ocasiona”.
¿Mejoras a la ciclovía?, ¿cuáles que merezcan sólo 75 metros?; ¿cuál es el objetivo real?; ¿desviarla?; ¿en beneficio de quién? Coincidentemente, justo allí, es el área en donde la empresa “Luximia” desarrolla el complejo “Zen Garden”.
DEPENDENCIA FEDERAL DELINCUENTE
El artículo 60 Ter de la Ley General de Vida Silvestre determina: “Queda prohibida la remoción, relleno, trasplante, poda, o cualquier obra o actividad que afecte la integralidad del flujo hidrológico del manglar; del ecosistema y su zona de influencia; de su productividad natural; de la capacidad de carga natural del ecosistema para los proyectos turísticos; de las zonas de anidación, reproducción, refugio, alimentación y alevinaje; o bien de las interacciones entre el manglar, los ríos, la duna, la zona marítima adyacente y los corales, o que provoque cambios en las características y servicios ecológicos”.
Y esta ley, de hecho, todas las leyes en México, no diferencian entre ciudadanos, personas físicas o morales; autoridades u otra persona jurídica, todas, son de orden público y de observancia general.
Pero la Delegación de Fonatur en Cancún, la cual encabeza el polémico tabasqueño, Raúl Bermúdez Arreola utiliza maquinaria, presupuesto, recursos humanos y la logística de una dependencia federal para, romper la ciclovía de la Zona Hotelera y sobre todo, devastar manglar.
DENUNCIA PREVIA
El pasado 29 de diciembre de 2020 en este mismo portal, publicamos un artículo que denunciaba la devastación de manglar en el predio dedicado a la habilitación de un conjunto denominado “Zen Garden”, desarrollado por la empresa “Luximia”, la cual trabaja en diversos proyectos en el conjunto “Puerto Cancún”, como por ejemplo “Shark Towers”, o “Be Towers 2”.
A pesar de la denuncia que no sólo se hizo a través de un artículo escrito, sino a través de la transmisión en vivo, ni la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), atendieron lo que a sus obligaciones corresponde.
Lejos de ello, otra dependencia federal, el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), ha iniciado trabajos, primero, faltando a la verdad, pues la ciclovía no requiere de “mejoramiento”, mucho menos en la extensión que corresponde justo al desarrollo denominado “Zen Garden”.
Lo que a cualquier desarrollador le queda más que claro es que, un conjunto que cuente al final con dos accesos, es decir, hacia la Prolongación de la Avenida Uxmal (interior de Puerto Cancún) y uno más hacia el Boulevard Kukulcán, desde luego, aumenta su plusvalía.
Aunque a todos los desarrollos vecinos al boulevard les “estorba” el pequeño manchón de manglar que le subsiste al gran ecocidio denominado “Puerto Cancún”.
DELITOS CONTRA EL PATRIMONIO DE LA NACIÓN
Fonatur es el posesionario de los Bienes de la Nación, pero con base en estrictas reglas que tienen relación con planes de desarrollo y obligadamente, con respeto absoluto a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
En este sentido, el artículo 27 Constitucional determina la característica de propiedades de la Nación inalienables e imprescriptibles que tienen los humedales.
Los humedales son propiedad de la Nación y como tales, con base en los párrafos IV y V, no se pueden privatizar, vender, arrendar, subarrendar y no fenece la pertenencia a la Nación.
No obstante, primero la empresa “Luxemia” ha construido sobre bienes de la nación y para continuar, Fonatur ha ‘cerrado la pinza’ al aniquilar los manglares que subsistían.
Ello, en el entendido de que, los lugares en los que se asientan esos vegetales, son siempre humedales, con base en las leyes, e incluso los tratados internacionales como la Convención RAMSAR.