Ana Paty Peralta, presidenta municipal de Benito Juárez, destacó que de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) la percepción de inseguridad ha bajado en Cancún en las últimas semanas. Ello, pese a los hechos violentos como ejecuciones y extorsiones que ocurren prácticamente a diario en el destino.
La supuesta baja en la percepción de inseguridad en Cancún fue tomada como un “logro” de su gobierno, e incluso la alcaldesa aseguró que van a continuar redoblando esfuerzos para seguir “mejorando”.
“De junio a septiembre bajó un 6.3 por ciento la percepción de inseguridad, bajó del 83.3 al 77 por cierto. Esto es muy bueno, pero no nos podemos quedar ahí; tenemos que seguir redoblando esfuerzos, hay mucho que hacer en materia de seguridad pública, en materia de la dignificación policial, en la capacitación a los policías; estamos trabajando fuertemente en ello”, señaló Ana Paty Peralta en entrevista.
Añadió que los policías de Cancún han recibido cursos y capacitaciones del Modelo de Policía y Justicia Cívica y de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID por sus siglas en inglés).
Sin embargo, pese a estas certificaciones es prácticamente nula la respuesta de la Policía de Ana Paty Peralta ante las llamadas de auxilio de la gente. No llegan a tiempo ante los reportes de ejecuciones, extorsiones, robos y demás delitos y por lo mismo casi nunca hay detenidos.
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Eso sí, la presidenta municipal aseguró que con el fin de continuar “mejorando” en seguridad a partir de diciembre estarán operando 300 nuevas cámaras de vigilancia, las que supuestamente irán colocando en las próximas semanas. Y además dijo que podrán conectarse a las cámaras de hoteles, bares, restaurantes y otros establecimientos.
Pese a lo que puedan decir las encuestas sobre la percepción de inseguridad, nadie está tranquilo en Cancún. Ni siquiera los policías, pues ya van cuatro elementos asesinados en un lapso de dos meses. Incluso políticos como la diputada de la 4T, Mildred Ávila, han sido víctimas de la delincuencia. La realidad contrasta con las cifras del Inegi y de Ana Paty Peralta.