Cancún.– Vecinos 237 y 239 cerraron nuevamente el acceso hacia la cementera Congrejal, en exigencia de que se reubique, como han pugnado desde hace más de dos años, aunque la empresa fue clausurada por el Ayuntamiento hace cuatro días.
Familias con cubrebocas, en representación del polvo que constantemente expide la cementera y que aseguran les genera enfermedades, además de cartulinas y mantas, obstruyeron el camino de acceso para evitar la entrada o salida de vehículos hacia esta cementera, ubicada en una zona residencial, en la Supermanzana 77, frente a sus domicilios.
AÑOS DE LITIGIO PARA REUBICAR A LAS CEMENTERAS
Los inconformes han peleado desde dos años para que reubicaran a esta y otra cementera, que ya se trasladó a otra parte de la ciudad. El año pasado, lograron que el ayuntamiento se comprometiera a no renovarles más su licencia de funcionamiento. Actualmente la empresa tiene un periodo de gracia de dos meses para operar.
Sin embargo, el lugar ya tiene una clausura, con expediente DGE-CIV-056, impuesta por la Dirección de Ecología con fecha del 11 de enero. Aunque no se indican los motivos, en fechas pasadas, inspectores visitaron el lugar y constataron una brecha abierta detrás de la cementera por los que escurrían líquidos directamente al subsuelo.
Dos vecinas señalaron a este medio que personal de la cementera amenazó con demandarlas penalmente por bloquearles el paso, pero ellas recalcaron que no se retirarán hasta que reubiquen esta empresa.