Cozumel.- En el marco del día Mundial sin Tabaco, la directora de la Uneme-Capa Cozumel, Odalis Ancona Vivas, advirtió sobre la peligrosidad y lo adictivo que pueden ser los cigarros electrónicos, donde no es una leyenda urbana que en ocasiones las baterías de estos artefactos explotan.
La encargada del Centro de Atención Primaria (Capa), reveló que durante todo el año se realizan actividades de prevención contra las adicciones, una de ellas va enfocada específicamente al consumo del tabaco, donde se les enseña a los alumnos y padres de nivel secundaria, las consecuencias de salud y de impacto social que causa esta droga legal, pues trae aparejado otros consumos, como el alcohol y de drogas ilegales que empieza con la marihuana, cocaína y hasta la heroína.
La también psicóloga, abundó que, durante la semana, se trabajó en dos escuelas secundarias de Cozumel para impartir talleres a los jóvenes, uno de ellos llamado “psicoeducativos” que tienen que ver con un cambio en la enseñanza. También estos talleres van dirigidos a padres, maestros, familiares, donde se les advierte sobre el consumo de drogas y hay uno específico que es para el tabaco.
“Lo que se busca es que los jóvenes cobren conciencia para que puedan difundir a los demás sobre estos daños que provoca el fumar”, detalló.
Reconoció que en la isla esto es un problema serio, mucha gente llega a la Uneme-Capa buscando ayuda.
“Es un problema grave; es una droga muy social, legal, pero no deja de ser una droga, lo asociamos con otras sustancias, como el alcohol y es una puerta para el consumo de las drogas prohibidas”, aseguró.
Sobre la creciente popularidad del cigarro electrónico, la profesional de la salud mental informó que asistió a una conferencia nacional donde el Instituto de Enfermedades Respiratorias detalló la manera en la que el vaporizador (cigarro electrónico) daña a quien lo usa, se ha popularizado tanto que hay empresas que lo fabrican más baratos y, por lógica, no cumplen con los estándares de calidad.
Especificó que ahora los cigarros electrónicos tienen muchos sabores que enganchan al consumidor; sin embargo, tienen sustancias tóxicas, y existe el riesgo que exploten, cuando tienen baterías de muy baja calidad.
Lo peor es que muchos lo consumen donde no se puede fumar, y cuando sí pueden fumar consumen el otro cigarro convencional, reprochó.