Cozumel.- Mientras que los elementos policiacos se encuentran realizando infracciones injustificadas y maquillando información sobre los “bajos índices” delictivos en la isla, los cozumeleños siguen sufriendo de robos y asaltos a cualquier hora del día e incluso en pleno centro.
Las víctimas de la delincuencia, recurren a las redes sociales para dar a conocer los hechos y pedir el apoyo de la ciudadanía, ya que al poner una denuncia ante las autoridades competentes únicamente les hacen perder tiempo con tanta burocracia y sin ningún resultado positivo, pues al momento se desconoce si la Policía de Quintana Roo o la Policía Ministerial han recuperado algún vehículo en Cozumel.
El principal delito que se denuncia es el robo de motocicletas, que no ha podido ser frenado pese a lo que dice el secretario de Seguridad Publica, Alberto Capella Ibarra y su director en Cozumel, Guido Renán Rosas López, quien ya fue ridiculizado por unos borrachitos que por unos momentos lo privaron de su libertad, luego de que se metió a su domicilio para tratar de calmarlos.
Los filtros policiacos no han dado resultados para la recuperación de vehículos robados, sin embargo, están dejando un jugoso negocio para la empresa concesionaria del servicio de grúa, ya que al conductor de motocicleta se le infracciona con una multa de alrededor de 500 pesos, y como se le retiene el vehículo tiene que pagar la tarifa de la grúa que oscila entre los 800 pesos como mínimo, dependiendo la distancia.
Por otro lado, los robos a casa habitación también están a la orden del día, ciudadanos que han recurrido a cámaras de vigilancia en sus hogares, publican las imágenes de los delincuentes e incluso los han presentado como pruebas ante la Fiscalía al poner sus denuncias, según informan; pero no hay resultados.
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Los delincuentes siguen haciendo de las suyas y la policía municipal solo da a conocer a través de boletines a modo, la captura de “borrachitos”, acusándolos de tener intenciones de robo o con historial de detenciones anteriores, pero sin pruebas contundentes para una sentencia condenatoria.