Personal de seguridad privada los agrede al defender legítimo derecho a trabajar

Empresas del Norte del Estado e incluso del Norte del país pretenden desplazar a los trabajadores de desazolve de Chetumal y en contubernio con el Instituto Nacional de Migración (INM) quieren imponer su labor en el sistema de drenaje de la subdelegación de Chetumal. La Confederación de Trabajadores de México (CTM) en Othón P. Blanco bloqueó ayer los trabajos y fue atacado por personal de seguridad de la institución, quienes de la misma forma agredieron a los medios de comunicación.

Los hechos ocurrieron la tarde de ayer, a eso de las 14:00 horas, cuando trabajadores de la CTM en Othón P. Blanco, encabezados por su secretario general, José Javier Poot Martínez, acudieron a las instalaciones de la subdelegación del INM en Chetumal, en las afueras de la ciudad, en donde impidieron los trabajos de desazolve que realizaban operadores de dos pipas de empresas foráneas.
Sin embargo, toda vez que la administración del INM les dio la orden, pues así lo aseguraron ellos mismos, el personal de seguridad de la estación arremetió en contra de los manifestantes, a quienes sacaron a empujones, por lo que se tuvo que pedir la intervención de la Policía Federal, cuya estación se ubica a un costado, pero desafortunadamente los violentos sujetos también se pusieron rijosos ante esta autoridad.
Al llegar los medios de comunicación, el grupo de al menos cinco personas, entre mujeres y hombres, se dirigió a los medios de comunicación y con empujones y manotazos intentaron despojarlos de sus herramientas de trabajo, puesto que tenían indicación de que ningún reportero se podía acercar a la escena.
Ante la pasividad de los elementos de la Policía Federal, el personal del INM tuvo que señalarle a los agentes de seguridad que estaban cometiendo un agravio en contra de la prensa, sin embargo, esto no fue suficiente y una mujer de tez morena y corpulenta manoteó la cámara de este reportero, provocando que el equipo golpeara levemente el rostro del comunicador.
La situación fue tan tensa que al ver que los trabajadores de la CTM se acercaban, el personal de seguridad se resguardó en la entrada de la estación y luego pidieron que los reporteros no ingresaran ni al piso de enfrente de la delegación, porque es zona federal, y los obligaron a grabar desde la calle federal.
El caso no es extraño, porque todo el personal de Migración en Chetumal siempre se conduce de una manera prepotente y altanera, y está de más proceder legalmente en contra de los agresores, quienes ni siquiera se identificaron, como lo debería hacer todo funcionario público.
Con relación al caso que derivó todo esto, el secretario general de la CTM en Othón P. Blanco, José Javier Poot Martínez, comentó que se pretende desplazar a los trabajadores locales y quitarles uno de los pocos ingresos que tienen para el sustento de sus familias, lo cual de ninguna manera se va a permitir y se bloqueará la entrada a esta subdelegación en caso de ser necesario.
“El Instituto Nacional de Migración contrató a pipas que vienen del Norte del Estado, principalmente del municipio de Solidaridad. Vemos también que unas pipas tienen placas del Estado de Aguascalientes y otras pipas de Bacalar que están invadiendo nuestra jurisdicción. Ya se les hizo saber, ya se les invitó que se retiren y no quieren hacerlo. De hecho hubo resistencia por parte del personal de seguridad que no quería que nos acercáramos. Nos sacaron con una prepotencia total, nos sacaron a empujones. Nos están quitando el poco trabajo que tenemos los sindicatos de transportistas. El transporte está concesionado y existen jurisdicciones, y estas personas están invadiendo la de nosotros”, señaló.
Mencionó que se trata de aproximadamente 40 mil pesos que están en juego, puesto que por día les están queriendo quitar a la “malagueña” por lo menos ocho mil pesos, lo cual dijo no es legal, sobre todo porque el Instituto Nacional de Migración tiene que acatar las disposiciones y las concesiones que las autoridades locales ya han concretado.
Puntualizó que solicitaron a la Secretaría de Infraestructura y Transporte (Sintra) que intervenga, pues ellos no quitarán el renglón, puesto que no sólo pipas de Bacalar y de Solidaridad son las que están operando desde el pasado lunes en la capital del Estado, sino también algunas que proceden desde otros Estados del país.

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