Playa del Carmen, Quintana Roo.-A medio año de haberse suspendido por las explosiones acontecidas en una de sus unidades marítimas en el Muelle de Playa del Carmen, la empresa borgista “Barcos del Caribe“, propiedad de César Celso González Hermosillo y Melgarejo (abogado actualmente preso considerado prestanombres del ex gobernador de Quintana Roo Roberto Borge Angulo), alista su reapertura.
No bajan la cortina
Pese a supuestamente estar suspendida desde el 25 de febrero pasado por la explosión de la embarcación Caribe III, la empresa Impulsora Marítima de Quintana Roo y del Caribe S.A. de C.V., con nombre comercial “Barcos del Caribe“, no baja la cortina y espera pronto brindar servicio.
“Por el momento no tenemos operaciones hasta nuevo aviso. Desde febrero nos suspendieron pero, esperemos que pronto“, señaló la empleada de esta empresa al preguntar cuándo se reanudará el servicio.
Por su parte José Luis Gutiérrez Hermosillo Pelayo, gerente general de la terminal marítima en Playa del Carmen, dijo que “Barcos del Caribe tiene todos los días abierto, desde que pasaron los hechos. En ningún momento se clausuró. Ellos abren días el local, días no lo abren y así sucesivamente“.
“Los espero con los ‘brazos abiertos’ pero tienen que tener una serie de permisos de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes para que los dejen operar porque ellos deben de tener toda su documentación“, explicó el C.P. José Luis Gutiérrez.
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Señaló que cuando presenten los documentos volverán, aunque no dio la fecha. “Estamos en la espera también nosotros. Pero “Barcos Caribe” nos tiene que informar y se les estará comunicando“.
Sobre Barcos del Caribe
Impulsora Marítima de Quintana Roo y el Caribe S.A. de C.V. abrió durante los últimos dos años del mandato de Roberto Borge, en febrero de 2015, para competir con Barcos México y Ultramar.
Desde el principio las quejas de las dos compañías con más antigüedad, radicaban en que había competencia desleal, al vender “Barcos del Caribe” los boletos más baratos y tener una taquilla ubicada en un espacio público a la vista de los turistas que pasaban antes de llegar al muelle. Pero Barcos México y Ultramar no tenían este privilegio y solo podían vender en la terminal.
“Barcos Caribe” compró dos barcos con un valor de 138 millones de pesos, tipo ferry catamarán, más cinco ferrys de un millón de dólares, cada uno; esto en 2016.
Por tanto el Sistema de Administración Tributaria (SAT) investiga esa compra oculta de entre las transacciones de esta naviera.