Francisco Pérez Lobato, responsable de Desarrollos Turísticos LT y ex director jurídico en Gigante Grupo Inmobiliario SA de CV, empresa vinculada al controvertido “cártel inmobiliario” de la Ciudad de México, fue detenido en Tulum tras estar prófugo por más de ocho meses.
La Fiscalía General del Estado (FGE) cumplimentó la orden de aprehensión el 26 de noviembre cerca de las 19:40, luego de la denuncia de la financiera víctima de desfalco. Durante la detención, el imputado vestía short gris, playera multicolor y tenis, de acuerdo con la ficha del Registro Nacional de Detenciones (RND).
Su hijo, Ian Pérez López sigue prófugo. Mientras tanto, los afectados, entre ellos clientes y la institución bancaria defraudada, exigen la devolución de su dinero y justicia por el daño.
El empresario inmobiliario está acusado de presunto fraude con el complejo de lujo SÚUT en Playa del Carmen, proyecto que dejó inconcluso y que ya ha causado pérdidas millonarias a clientes e instituciones financieras.
El proyecto prometía ofrecer un estilo de vida lujoso en una de las zonas más exclusivas de la Riviera Maya, hoy está inacabado y abandonado.
Pérez Lobato habría usado indebidamente un crédito de 90.6 millones de pesos otorgado para la construcción del desarrollo. Además, se presume que desvió recursos de la preventa de los 91 departamentos del complejo, lo que eleva el desfalco a más de 200 millones.
Los denunciantes incluyen a compradores y a la institución financiera que otorgó el crédito, representada por el abogado Gabriel Castañeda Gómez-Mont, socio de la firma Nassar Nassar y Asociados.
Las pesquisas revelaron que tanto Pérez Lobato como su hijo, Ian Pérez López, realizaron transferencias y depósitos millonarios durante el periodo en que administraron el proyecto. Los recursos fueron utilizados para adquirir bienes de lujo y propiedades familiares.
El complejo habitacional, que prometía ser un ícono de lujo en Playa del Carmen, está abandonado. Ninguno de los departamentos ha sido terminado ni entregado. Además, las estructuras presentan ventanas rotas, humedad y desgaste por el paso del tiempo.
Por su parte, Constructora Carsa, empresa encargada de ejecutar la obra bajo la supervisión de Pérez Lobato, también ha sido señalada en este entramado de irregularidades.
Sin embargo, tanto la firma como algunos de sus equipos de trabajo, incluyendo ventas, postventa, arquitectura y construcción, han negado tener responsabilidad en el desvío de fondos, alegando desconocer el destino final del dinero.
Además, en su momento, la Constructora Carsa afirmó que había perdido contacto con Pérez Lobato hacía más de seis meses, tiempo durante el que se detectaron movimientos en sus cuentas personales, incluyendo depósitos y transferencias por varios millones de pesos.