El mercado “Diana Laura Riojas” de la colonia Luis Donaldo Colosio se ha vuelto uno de los sitios preferidos de los amantes de lo ajeno, que se han llevado desde joyería hasta maquinaria como el molino de la carnicería.
A cambio de esto, quienes suelen meterse por la noche y madrugada al inmueble de la avenida 30 con calle 72 dejan como “muestra de agradecimiento” sus heces fecales.
El cuento de nunca acabar
Apenas esta semana, en dos ocasiones rompieron los candados y barrotes de las cortinas y por ello, algunos locatarios decidieron contratar un velador.
El debate ahora, de acuerdo con Amy Yuliana, se da entre quienes sí quieren aportar y quienes consideran es obligación de las autoridades.
En el caso de Amy, propietaria del taller de joyas “Amatista”, es la segunda vez que la roban. La primera hará unos tres años donde presentó su denuncia ante la Fiscalía General del Estado y que, como considera, fue una perdida de tiempo; y ahora, donde entre la minería, incluyendo oro, se llevaron unos 80 mil pesos.
“Ya no puse denuncia porque es la segunda, la primera no me resolvieron absolutamente nada, entonces qué caso tiene ir, trabajo todo el día y se me hace una perdida”, dijo.
Aunado a esta situación, la falta de clientes por la historia ya conocida de que no se ha podido reactivar el inmueble que está cercano a cumplir los 15 años de haberse construido pues, recordemos, antes sólo se colocaban los puestos en el terreno.
Para la propietaria de un puesto de productos desechables, justo por donde se metieron la penúltima vez, “hace falta seguridad, ahorita el velador sí nos ayuda, me ayuda a levantar la cortina porque yo llegó a las 7:00 a abrir mi negocio. Pero sí se necesita más gente que cuide”.
Para otros locatarios, es frustrante pagar al Ayuntamiento por esta concesión, por el pago de basura y otros derechos, y ver que no les reditúa. Por ello, se niegan a cooperar para el pago de otros veladores ya que debe ser obligación del gobierno resguardar este lugar.
“Por mi no hay problema en cooperar; si hay mejoras, adelante, pero no nos ponemos de acuerdo y si somos más vamos a aportar menos”, opina Amy Yuliana, “pero la mayoría no quiere aportar y siempre hay algo, un pretexto, ahorita es el virus, en otros tiempos es otra cosa”.
El local de pozol es otro que fue víctima de los ladrones, al de la carnicería le sustrajeron el molino y, consideran los locatarios, es un cuento de nunca acabar en este mercado “Diana Laura Riojas”.