La historia es trágica y recurrente: grupos delictivos se lanzan contra rivales fingiendo ser justicieros ciudadanos, para ello colocan carteles acusando a quienes asesinan de diversos delitos, lanzan amenazas en su contra, o incluso se presentan como brigadas de defensa, como en este caso. El siguiente paso siempre es el cobro por su “protección” contra grupos rivales.

Cinco integrantes de este grupo de “Autodefensas” fueron detenidos el pasado jueves, después que presuntamente balearan a una pareja que se trasladaba en un vehículo por la avenida Chichén Itzá. Los sujetos, armados y portando equipo táctico, huyó y trató de refugiarse en el restaurante el Tilón Jarocho, en la Región 93 de esta ciudad (sobre la avenida José López Portillo), pero fueron atrapados.

Derivado de esta detención, autoridades pudieron obtener una orden de cateo para registrar este restaurante, descubriendo que en él estaba la sede de estos supuestos “autodefensas” que en realidad trabajan como sicarios, hallando incluso las lonas rotuladas que utilizan para sus videos, así como playeras con su logo, más equipo táctico, celulares y otras evidencias comprometedoras.

Un dato de importancia es que este grupo en un inicio usaban el logo del municipio de Benito Juárez, mismo que adorna estas lonas, pero para la impresión de las playeras ya pusieron este diseño en negro, mismo color que utiliza Carlos Mimenza para su proselitismo.

Es de destacar que este restaurante fue blanco de un ataque armado en octubre, por sujetos desconocidos. Ahora sabemos que es parte de la riña por territorio que tenía este grupo armado contra sus rivales.

La cuenta de Facebook de estas “Autodefensas” publicaba múltiples videos de Carlos Mimenza, e incluso cuando fue detenido, fueron usadas para una trasmisión en vivo, muestra de que el productor de Mimenza, Magdaleno Infante, tiene acceso a esta cuenta de Facebook, pues probablemente él era quien la administraba.

Después de la detención de Mimenza, este productor, quien ya había llegado al estado huyendo desde el norte, volvió a darse a la fuga, pues videos que él mismo tomó muestran su complicidad en la destrucción de una patrulla, en Chetumal.

Sin embargo, ahora es Mauricio Sleme quien escribe en la cuenta de Facebook de Mimenza, inventando diversas historias y anécdotas, fingiendo ser este empresario, y quien también tendría acceso a las cuentas de estas “Autodefensas”.

Imposible pasar por alto que Mimenza está recluido en el Cereso de Chetumal, con un día de visita a la semana, lo que hace imposible que él esté pasando todos estos textos que Sleme escribe de su viva imaginación y que afirma que son de Mimenza.

ESTRATEGIA POLÍTICA

En varias ocasiones, con el principal fin de desestabilizar y de posicionarse como figura política, Carlos Mimenza Novelo intentó formar “autodefensas”, incluso proclamando la creación de unas, que no eran más que un “club de Toby” entre él y algunos amigos. Para este fin incluso sostuvo acercamientos con los grupos reales de Michoacán y con José Manuel Mireles, quien se alejó en cuanto vio que esto no pasaba de ser una jugarreta política.

Fue este año cuando, recurriendo a nexos de los bajos fondos que apenas comienzan a salir a la luz, auxilió en la creación y fortalecimiento de unos “autodefensas” en Cancún, los que, aunque lograron engañar a muchos e incluso reclutaron a varios voluntarios, en su primer círculo era un grupo de sicarios, que operaba desde un restaurante.

Las revelaciones de su detención muestra el grado de manipulación de este empresario y queda ahora en manos de la autoridad fincar responsabilidades para atapar a todos los cómplices de estos actos que pusieron en peligro la seguridad de Quintana Roo.

LLAMADO A LA CORDURA

El ataque a balazos contra dos ciudadanos, por estas “autodefensas” debiera servir como muestra del peligro de darles credibilidad y fuerza a estos grupos armados falsamente “ciudadanos”.

De la misma manera que vendedores de drogas, para proteger sus rutas y puntos de ventas, contrataron a gente armada, que finalmente terminó por imponerse, cobrando derecho de piso, extorsionando y secuestrando para obtener ingresos extra; así sucederá con quienes se fíen de comandos para su protección.