La educación preescolar es ampliamente reconocida por especialistas como una de las etapas más cruciales en el desarrollo infantil. La Secretaría de Educación Pública (SEP) alienta a los padres a inscribir a sus hijos en estas instituciones, pero la seguridad en estos entornos ha sido puesta en duda tras un reciente incidente.
En las últimas horas, un video que muestra a un niño encerrado con cadena en un aula de un kínder en León se ha viralizado en redes sociales. El menor, visiblemente angustiado, pidió ayuda para salir, mientras un vecino que escuchó sus llantos grababa la escena. Este acto, calificado como agresión psicológica, ha generado una ola de indignación.
Según reportes de Fuerza Informativa Azteca, la maestra responsable de encerrar al niño ha sido suspendida mientras se llevan a cabo las investigaciones pertinentes. Los padres de otros alumnos del kínder Cándido Navarro han expresado su descontento y exigido medidas para evitar que situaciones similares se repitan, buscando garantizar la seguridad y bienestar de sus hijos.
El video del incidente ha alcanzado más de 200 mil reproducciones en la red social X (anteriormente Twitter), propiedad de Elon Musk. Los comentarios de los usuarios varían, desde aquellos que minimizan el hecho hasta quienes cuestionan las acciones del niño que llevaron a este castigo.
Este caso reaviva el debate sobre la seguridad y los métodos disciplinarios en las instituciones educativas, subrayando la necesidad de un entorno seguro y protector para los más pequeños.
El incidente ha tenido un impacto significativo en la reputación del kínder Cándido Navarro.
Muchos padres han expresado su preocupación y descontento, lo que podría llevar a una disminución en las inscripciones y a una mayor vigilancia por parte de los padres actuales.
Asimismo, la difusión del video y la cobertura por parte de medios han puesto al kínder en el centro de una controversia pública, lo que puede dañar su imagen a largo plazo.
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“No es para tanto. Te encierran en la hora del recreo como castigo. Normal. Si no lo encerrarán en la cárcel cuando sea grande”, “No está bien hecho pero… ¿Qué habrá hecho el niño? De gratis no fue, tal vez les pega a los demás, incluyendo a la maestra y desobedece todo el tiempo” o “Antes así se educaba y hoy se tiene pocos problemas con gente de esa época. Observen a los jovenes de la época intocable”, son algunos de los comentarios que se puede leer en redes sociales.
En resumen, el incidente ha generado una crisis de reputación para el kínder, que necesitará tomar medidas significativas para restaurar la confianza y asegurar a los padres que sus hijos están en un entorno seguro y protegido.
Con información de Publimetro México

