Según una demanda civil, los funcionarios de un hospital del norte de California le dijeron a la familia de una mujer de 31 años que ella había sido dada de alta cuando en realidad había muerto.
Su cuerpo estuvo almacenado en frío durante un año, alegan sus seres queridos.
Jessie Marie Peterson sufría de diabetes tipo 1 cuando fue admitida en el Mercy San Juan Medical Center el 6 de abril del año pasado, según consta en la demanda civil presentada ante el Tribunal Superior del condado Sacramento por la familia de la paciente.
Días después de su admisión, la madre de Peterson, Ginger Congi, llamó al Mercy San Juan para comprobar cómo estaba su hija y le dijeron que la paciente había sido dada de alta, indica la queja judicial.
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La familia presentó una denuncia por desaparición ante la Oficina del Alguacil del condado, publicó avisos por toda la ciudad e incluso entrevistó a personas sin hogar de la zona con la esperanza de que alguien hubiera visto a Peterson.
“La familia buscó y buscó a Jessie. No fue hasta el 12 de abril de 2024 que la Oficina de Detectives del condado Sacramento notificó a la familia de Jessie que la habían encontrado muerta en el hospital Mercy San Juan”, de acuerdo a la demanda presentada por el abogado de los querellantes, Marc Greenberg.
“En ese momento, el cuerpo de Jessie estaba tan descompuesto que no era posible realizar un funeral con ataúd abierto. Ni siquiera se pudieron obtener las huellas dactilares de Jessie para guardarlas como recuerdo”. La descomposición también hizo imposible que una autopsia determinara “si la negligencia médica jugó algún papel” en la muerte de Peterson, señala la demanda.
La familia finalmente descubrió que Jessie Peterson murió el 8 de abril del año pasado, pero el Dr. Nadeem Mukhtar no firmó un certificado de defunción hasta el 4 de abril de este año.
Durante casi todo este tiempo, el cuerpo de Jessie Peterson había permanecido en el estante nº 22A de una unidad de almacenamiento en frío fuera del recinto, según los registros del hospital obtenidos por la familia.
La familia pide 25 millones de dólares por la presunta negligencia del hospital.