Varias organizaciones han documentado durante el mes de septiembre la crueldad con la que son cazados estos delfines. Los acorralan para poder llevarlos a aguas poco profundas y así poder matarlos, cuatro de ellos nadaron hacia la playa y el resto de la manada los siguió.

Así fue como los cazadores aprovecharon y muchos de los delfines resultaron heridos, uno de los más jóvenes se quedó dando vueltas en círculos pues estaba demasiado herido para seguir al grupo y huir.