El pasado 15 de septiembre, un vuelo de Delta Airlines que despegó de Salt Lake City, Utah, con destino a Portland, Oregón, se convirtió en una experiencia aterradora para sus pasajeros. Durante el vuelo, la aeronave presentó problemas de presurización a 10 mil pies de altura, lo que provocó hemorragias en los oídos y nariz de decenas de personas a bordo.
Según testimonios compartidos en internet, el vuelo transcurría con normalidad hasta que surgieron los problemas de presurización. Los medios locales confirmaron que la falta de presurización causó la ruptura de los tímpanos de algunos pasajeros, quienes comenzaron a sangrar por los oídos y la nariz. Afortunadamente, no se registraron heridos graves y todos los pasajeros sobrevivieron.
Jaci Purser, una de las pasajeras afectadas, relató a KSL TV: “Me agarré la oreja y luego retiré la mano y había sangre”. Purser describió cómo la presión en la cabina le hizo sentir que su oreja estallaba y luego notó una burbuja. Otros pasajeros también experimentaron síntomas similares, y algunos intentaron ayudar a quienes sufrían hemorragias nasales graves.
Tal vez te gustaría leer: Abuelito de 86 años recibe sorpresa de sus 22 nietos por su cumpleaños; video enternece redes
La aerolínea informó que el vuelo transportaba a 140 pasajeros y que las máscaras de oxígeno no se desplegaron durante el incidente. Tras el percance, el avión regresó al Aeropuerto Internacional de Salt Lake, donde al menos 10 personas recibieron evaluación o tratamiento médico. Delta Airlines emitió un comunicado pidiendo disculpas a los pasajeros por la experiencia vivida y confirmó que el caso ha sido reportado a la Administración Federal de Aviación, que investigará lo sucedido.
El avión volvió a operar normalmente al día siguiente, después de que los técnicos de Delta solucionaran el problema de presurización.
Con información de Heraldo