Yulia Gorina tenía cuatro años cuando se perdió durante un viaje en tren. Actualmente tiene 24 años y al fin pudo reunirse con sus padres después de un largo periodo de ausencia.
Ella y su padre viajaban en tren desde la capital bielorrusa de Minsk hasta Osipóvichi, con aproximadamente 100 kilómetros de largo. Él se quedó dormido debido a que había consumido alcohol y cuando abrió los ojos la niña había desaparecido. Así comenzó una impresionante historia que tuvo un final feliz al cabo de dos décadas.
La desaparición ocurrió el 1 de octubre de 1999, mismo día en que el hombre acudió a la policía junto a Liudmila, su esposa, para denunciar la perdida. Le pequeña fue buscada intensamente, pero no hubo señales de Yulia.
Los padres de la pequeña Yulia llegaron a ser incluidos en la investigación y fueron sometidos a una prueba de polígrafo para descartar que no fueron los responsables, para finalmente descartar su participación en la desaparición de Yulia.
Ya han transcurrido 20 años desde la desaparición, y la familia apenas pudo reencontrarse recientemente gracias a que Yulia, ahora de 24 años, descubriera su identidad gracias a una búsqueda por Internet, según informaron medios locales.