Un avión de carga de DHL se estrelló el lunes por la mañana mientras se aproximaba al aeropuerto de Vilna, la capital de Lituania, y se deslizó hasta impactar una vivienda cercana, resultando en la muerte de una persona y dejando a otras heridas. Las autoridades aún investigan las causas del accidente.
El jefe del servicio de bomberos de Lituania informó que el avión recorrió varios cientos de metros antes de detenerse, y las imágenes mostraron humo saliendo de una estructura dañada en una zona arbolada. Según la emisora pública LRT, dos personas fueron trasladadas al hospital, una de las cuales falleció posteriormente.
La víctima mortal era miembro de la tripulación, aunque no el piloto. Los bomberos rescataron a dos pilotos de la cabina, uno de ellos con heridas graves, según el Comisionado General de la Policía de Lituania, Arūnas Paulauskas.
En una conferencia de prensa, Paulauskas declaró que aún no se ha determinado la causa del accidente. Las autoridades están considerando varias hipótesis, incluyendo fallos técnicos, errores humanos y la posibilidad de un acto terrorista.
Datos del sitio de seguimiento de vuelos FlightRadar24, analizados por The Associated Press, indican que la aeronave giró al norte del aeropuerto para alinearse con la pista antes de estrellarse a poco más de 1,5 kilómetros del final de la misma.
El accidente ocurrió poco antes de las 5:30 a.m. hora local, en condiciones meteorológicas cercanas al punto de congelación, con nubes y vientos de aproximadamente 30 kilómetros por hora.
DHL Group, con sede en Bonn, Alemania, y Swiftair, la empresa operadora del avión con sede en Madrid, no han emitido comentarios al respecto. El Boeing 737 involucrado tenía 31 años, una edad considerada avanzada para un fuselaje, aunque común en vuelos de carga.
El avión involucrado en el accidente era un Boeing 737. Este modelo tenía 31 años, lo cual es considerado antiguo para un fuselaje, aunque no es inusual en vuelos de carga.
Anteriormente ocurrió una tragedia similar cuando el MD-11 de FedEx se estrelló mientras intentaba aterrizar en el Aeropuerto Internacional de Narita en Tokio. El avión rebotó en la pista y se volcó, resultando en un incendio. Los dos pilotos a bordo fallecieron. La investigación concluyó que las condiciones de viento cruzado y la técnica de aterrizaje contribuyeron al accidente.
Estos incidentes subrayan los riesgos asociados con el transporte aéreo de carga, donde factores como el desplazamiento de la carga, incendios y condiciones meteorológicas adversas pueden tener consecuencias trágicas.
Con información de Milenio