México.- Cuando se prohibieron las bolsas plásticas no biodegradables por la Ley ambiental en la Ciudad de México y otras entidades de la República, como el Estado de México, los proveedores de estos materiales jamás hubieran imaginado que vendría una necesidad como la de hoy: bolsas para muertos por Covid-19.
Sergio Álvarez Calderón, vocero de Ruboplast, Recicladores Unidos de Bolsas Plásticas, explicó para Quintan Fuerza que en esta fábrica ubicada en Ecatepec, Estado de México, se dedican desde hace 25 años al reciclaje de bolsas de plástico pero en esta ocasión, la oferta ha cambiado hacia algo muy distinto.
“Anteriormente hacíamos bolsas de basura y de camiseta pero se nos empezó a caer el trabajo porque entró una Ley a la Ciudad de México donde se prohíben las bolsas de plástico de un solo uso”, detalló.
Pero la demanda cambió drásticamente y Sergio expuso que todo inició como un rumor “¿Los hospitales necesitan bolsas para cadáver?” “¿Ruboplast las pueden hacer?” y otras preguntas entre los colaboradores. “Yo no conocía las bolsas para cadáver pero vi que las cosas eran serias y un cliente se acercó para pedir 50,000, así que empezamos a fabricarlas hace tres semanas”.
El entrevistado explicó que el material se acopia en la Ciudad de México, donde hay centros especiales a los que acuden los pepenadores a vender los residuos plásticos que recolectan. Luego trasladan la carga a la fábrica, ubicada a no más de 10 kilómetros de distancia. “El material pasa por un proceso de selección, se le quita la basura, se va a un proceso de compactado, peletizado, pasa por extruído, sellado y cortado, se empaca y se va al centro de distribución”.
El proceso es ecológico y solo se usa agua tratada, usando una pipa cada 15 días. “No ocupamos nada de producto nuevo o resina virgen”.
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“Las bolsas para óbito son de 88 centímetros de ancho por 210 cm de largo. El calibre es de 600 y puede aguantar un peso de 200 kilogramos. No permite escurrimientos de líquido. Están termo selladas con calor y tienen cierre hermético, cumpliendo perfectamente par la necesidad que hay”, detalló.
“Por cada hospital deben de tener mínimo tres bolsas por cada cama que tengan ahí para pacientes con Covid-19″, explicó Sergio Álvarez, quien agregó que hasta ahora sus clientes principales son intermediarios o proveedores del gobierno.
Finalmente añadió que en su opinión no tiene nada que ver el prohibir las bolsas con cuidar el medio ambiente. “El medio ambiente lo cuidamos de otra manera, no tirando la basura donde no deba de ir. Si hacemos una perfecta separación y recolección delos residuos todos saldremos beneficiados porque una basura separada desde el hogar es dinero”.