Cancún.- El director editorial del fraudulento periódico “Quintana Roo Hoy”, Rafael Santiago Campos, escupe para el cielo, al criticar una obra que ejecutará el Gobierno del Estado, pero que es parte de los proyectos emblemáticos destacados por el presidente Andrés Manuel López Obrador, último “mecenas” de este diario al borde de la quiebra.
Como Quinta Fuerza ya demostró anteriormente, el Quintana Roo Hoy cometió fraude para certificar su tiraje ante la Secretaría de Gobernación, para que el cálculo del convenio publicitario firmado con el gobierno federal saliera por un monto millonario, cientos de veces por arriba de lo que les corresponde.
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Como es un medio que nadie lee y que cuesta muchísimo incluso poder encontrar (apenas imprimen 600 ejemplares para todo el estado), este periódico propiedad de Miguel Cantón Zetina se ha quedado ya sin ningún patrocinio. Incluso el gobierno estatal se percató del fraude que cometían y no les renovó contrato.
https://www.facebook.com/QuintaFuerzaMX/posts/2745113142408518
En respuesta, Miguel Cantón Zetina, ya sin recursos y desprestigiado, “rascó el fondo de la olla” y contrató al antiperiodista Rafael Santiago Campos Ortíz, quien ya tiene un historial como un mercachifle de las notas pagadas, capaz de atacar un día a un personaje público y alabarlo al día siguiente, dependiendo de cuánto dinero pueda obtener de él.
Desde su llegada, Rafael Santiago tiene la “consigna” de criticar sin tregua al gobierno del estado, por haberlos dejado sin convenio, aunque al hacerlo adopte actitudes ilógicas y, francamente estúpidas, defendiendo a conocidos criminales y yendo en contra del desarrollo y bienestar del estado.
Se aprobó que una empresa privada sea la que usufructúe al Puente Nichupté. Aportará un poco más del 50 por ciento de la obra y lo recuperará con peajes y parte del presupuesto federal que se les darán a ellos, en lugar de invertirse en obras, en los próximos 30 años.
— Rafael Santiago (@Hola_Soy_Rafa) December 20, 2020
En el colmo de los absurdos, sin percatarse incluso pasó a atacar al gobierno federal, la última fuente de financiamiento que le queda a este medio, al querer criticar la Asociación Público-Privada para la construcción del Puente sobre la Laguna Nichupté.
Como los propios diputados de Morena destacaron, al votar a favor de la medida, este emblemático proyecto es prioritario para Cancún y Quintana Roo, pues implica inversión y empleos en momentos en que se necesitan con desesperación, por causa de la pandemia. Es un proyecto que la ciudad requiere desde al menos 10 años, pero que por distintas razones se ha ido posponiendo, a pesar de la saturación de la Zona Hotelera, de los lentos tiempos de traslado para quienes trabajan allí, y de la molestia que causa esto en los visitantes.
Además de todo esto, es una obra que el propio Andrés Manuel López Obrador ha destacado en múltiples ocasiones, mencionándola en su visita anterior, y quien Arturo Herrera Gutiérrez, secretario de Hacienda, incluso vino a inspeccionar en una visita.
Sus absurdas críticas, hechas en redes sociales, de inmediato fueron objeto de mofa por parte de internautas, quienes burlonamente afirmaron que “ningún chile le embona” a este dizque-periodista, quien no se rige por la razón o la lógica, sino solo por al “línea” de criticar por criticar (De no haberse aprobado este proyecto, Rafael Santiago de seguro estaría criticando la falta de inversión).
“QUE SI SE INVIERTE QUE POR QUE NO SE INVIERTE ESTAS TODO PEN…, NOS QUEDA CLARO”, escribió un usuario de Twitter.
“Este proyecto tenia entre 10-15 años en el tintero y ningun Gob. federal,estatal o municipal, queria entrarle a construirlo 100% con sus participaciones, y la Z.H cada vez más atrasada en vias de comunicación. Hoy por lo menos ya sabemos y esperemos que en 2022 eso ya sea realidad”, escribió otro.
“Desde un principio ya se sabia que iban a cobrar peaje.. lo importante es que la obra se lleve a cabo…”, puso una tercera.
Los “osos” de Rafael Santiago son cada vez más burdos, a medida que su medio cae en la creciente desesperación por tener su bancarrota a la vuelta de la esquina.
