Se reunió por primera vez desde que Rusia invadió Ucrania el Grupo de los Siete (G7), que incorpora a las principales potencias del mundo.

Como era de esperarse, la reunión tuvo como eje central la guerra en Ucrania provocada por la invasión rusa y se comprometieron a respaldar al país de los girasoles.

Anunciaron que los apoyarían “todo el tiempo que sea necesario”, y declararon que estudian nuevas sanciones económicas contra Rusia.

Vladimir Putin ha podido continuar con el financiamiento de su invasión gracias a los ingresos petroleros del país, por lo que el G7 busca limitar esas ganancias.

Alemania, uno de los países que más depende del gas ruso, declaró la intención de imponer “graves e inmediatos costos económicos” a la Rusia de Putin.

Si esperaban que explicaran los detalles para llevar a cabo ese plan se quedaran esperando, pero se espera que se debata limitar la importación de crudo ruso.

Lo anterior podría resultar ser sumamente dañino para las finanzas del Kremlin y, en teoría, estabilizaría los precios de la energía y la inflación, que han ido en aumento tras la guerra.

“Nos mantenemos firmes en nuestro compromiso con nuestra coordinación sin precedentes en las sanciones durante todo el tiempo que sea necesario, actuando al unísono en cada momento”, declararon los líderes del G7.

No se limitarán a sancionar el petróleo

Pero las sanciones económicas no se limitarán a las cuestiones energéticas, pues también acordaron prohibir importar oro ruso.

También acordaron aumentar la ayuda proporcionada a los países afectados por la escasez de alimentos, que se deriva por el bloqueo ruso a las exportaciones de grano provenientes de Ucrania.

En el asunto referente al petróleo, el G7 necesita la cooperación de otras naciones, sobre todo la India, que ha estado comprando el petróleo ruso rechazado por occidente.

Los líderes del G7 también condenaron lo que calificaron como el “abominable” ataque ruso contra un centro comercial en Kremechuk, Ucrania, tachándolo de “crimen de guerra”.

Por último se tomaron el tiempo para amenazar al presidente/emperador de Rusia, Vladimir Putin y otros implicados ya que, según sus palabras “tendrán que rendir cuentas”.

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