Tras la filtración de millones de archivos relacionados a correos de la Secretaría de Defensa Sedena, se pudo conocer que el Tren Maya se comenzó a construir en los tramos 6 y 7 sin tener bases técnicas.
En los archivos se pudo conocer que que de 36 estudios en materia de suelo, impacto urbano y ambiental, entre otros, sólo uno está concluido y 13 están marcados con 0% de avance y aún así se comenzó la construcción.
Cabe destacar que de estos estudios, 12 corresponden al tramo 6 del Tren Maya, que correrá de Tulum a Bacalar, en Quintana Roo mientras que el resto pertenece al tramo que recorre Campeche.
Asimismo, solo el estudio del recorrido preliminar del tramo 7 está concluido. Mientras que otros estudios tienen un avance mínimo, como el de inundabilidad (4%), geotécnico (6.8%), arqueológico (8%), arqueológico (17%), delimitación de cauces federales (20%).
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De igual forma, el estudio geofísico tiene 1.69% de avance; el geológico, 1.81%; el de inundabilidad, 4.29%; y el de delimitación de cauces federales, 8.11%.
Estos datos revelarían que el Fondo Nacional de Fomento al Turismo, Fonatur dió continuidad al proyecto pese a no tener los estudios que demuestran que es posible construir un tren de esta magnitud en un terreno en el que abundan sistemas kilómetros de cenotes y cavernas.
Asimismo, se evidenciaría un conflicto entre Fonatur y la Sedena, debido a que los militares querían comenzar las obras, pero Fonatur no había gestionado la liberación de los predios, ignorando las peticiones de entregar a los ingenieros militares los estudios correspondientes como el de salvamento arqueológico.
Con información de Latinus
