Ana Frank, la niña judía que escribió un diario durante la época del Holocausto, pudo haberse salvado si las políticas migratorias de Estados Unidos no hubieran sido tan estrictas, así lo reveló recientemente una investigación.
De acuerdo con la reciente investigación, encabezada por La Casa de Ana Frank en Ámsterdam y el Museo del Holocausto en Estados Unidos, informaron que se encontraron varios documentos, que señalan que el padre de Ana, Otto Frank, trató de juntar dos veces los papeles necesarios para obtener las visas estadounidenses.
La familia de Ana Frank intentó emigrar a Estados Unidos y Cuba desde 1938, año en el que comenzó a sembrarse el terror entre los judíos. Esto se sabe, debido a cartas encontradas, redactadas por el padre de Ana, que indican que el señor Otto le escribió a un amigo en Estados Unidos señalándole su intención de salir de su país.
“Me veo obligado a tratar de emigrar y, hasta donde puedo ver, Estados Unidos es el único país al que podríamos ir”, escribió Otto.
Sin embargo, los intentos fueron en vano, pues se encontró otra carta que indica que “todos los papeles han sido destruidos”, pues el 14 de mayo de 1940, mientras la familia Frank estaba en lista de espera para saber si les otorgaban la visa, las tropas alemanas atacaron el consulado estadounidense dejándolo en ruinas y con ello todos los documentos se perdieron.
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Aunque, incluso si los documentos para solicitar la visa hubieran permanecido intactos, hubiera sido muy difícil que Ana Frank y su familia emigraran a Estados Unidos, pues en ese entonces el gobierno estaba emitiendo menos de 30 mil visas al año, ya que las migraciones incrementaban cada año con la amenaza de una guerra, que finalmente comenzó en 1939.

