En un giro inesperado, los termos de la prestigiosa marca Stanley, comercializados por Starbucks y objeto de una reciente locura de reventa, han sido el centro de una controversia de salud. Investigadores independientes en Estados Unidos han descubierto que estos termos contienen plomo, un elemento tóxico que podría contaminar los alimentos con los que entra en contacto.
El equipo de Lumafield, armado con espectrómetros de nivel industrial, ha revelado que durante el proceso de sellado al vacío, se utiliza soldadura de plomo para unir las dos placas de acero inoxidable que forman los termos. Este método, aunque rentable, plantea preocupaciones de seguridad.
A pesar de la confirmación de la empresa sobre la presencia de plomo, insisten en que su uso es seguro y está dentro de las normativas de seguridad de Estados Unidos. La tecnología de aislamiento al vacío de Stanley, que mantiene las bebidas a la temperatura deseada, implica el uso de un pellet de plomo para sellar el vacío en la base de los termos. Este punto de soldadura, según la empresa, está cubierto por una capa de acero inoxidable y no entra en contacto con el contenido del termo ni con el exterior, cumpliendo así con los estándares de la FDA.
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No obstante, la empresa ofrece una garantía de por vida para los termos, en caso de que el punto de soldadura quede expuesto. Este hallazgo ha generado un debate en las redes sociales y entre los consumidores sobre la seguridad de los productos que utilizan a diario.
Con información de Heraldo
