Centenares de habitantes de Tila, Chiapas, abandonan sus hogares tras seis días de asedio por parte de grupos delincuenciales, mientras elementos de la Guardia Nacional resguardan la zona.
Familias enteras huyen de la violencia, llevando a sus ancianos y menores de edad, corriendo con lo poco que pueden cargar para subir a las camionetas y escapar de las agresiones.
Se informó que localidades vecinas, como Yajalón o Petalcingo, han comenzado a instalar albergues temporales, a donde se prevé arriben miles de desplazados.
Los pobladores de la región fronteriza con Tabasco han solicitado apoyo al gobernador chiapaneco y a las autoridades federales para detener al Grupo Autónomo, en pugna con Los Karma por el control de la región.
Las bandas delincuenciales someten a los pobladores, exigiendo pago de derecho de piso por viviendas y negocios.
De acuerdo con los primeros reportes, aproximadamente 400 elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la Guardia Nacional (GN), junto con Policías Estatales y de Investigación, ingresaron el viernes desde diversos puntos del pueblo para llegar a la cabecera municipal.
Desde allí se coordinó un operativo de patrullaje para recorrer las calles y reconocer el terreno.
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Tila: municipio estratégico para actividades ilegales
Tila es un municipio ubicado en el estado de Chiapas. Se encuentra en la región de la Selva Lacandona y está rodeado por una densa vegetación, características geográficas que lo han vuelto estratégicamente relevante para diversas actividades ilegales, entre ellas el narcotráfico.
Durante los últimos años, Tila ha sido identificado como un punto clave dentro de las rutas del narcotráfico que atraviesan Chiapas. La cercanía del municipio a las fronteras con Guatemala y Belice facilita el tránsito de estupefacientes desde Centroamérica hacia el norte del continente.
Uno de los factores que incrementa la relevancia de Tila en el narcotráfico es su acceso limitado. Muchas de sus zonas son de difícil acceso y la infraestructura en términos de comunicación y movilidad es básica, lo que complica las operaciones de vigilancia y control por parte de las autoridades.
Además, Tila no sólo es un corredor de paso, sino también un espacio donde se presume la operación de laboratorios clandestinos para la producción y procesamiento de drogas.
Con información de Infobae.