Un masivo flujo de lava espesa cubrió una carretera en Islandia el pasado sábado, dificultando el paso hacia la pequeña localidad costera de Grindavik y el popular balneario geotérmico Blue Lagoon.
Las autoridades siguen de cerca la trayectoria del material fundido, que avanza lentamente y proviene de un volcán activo que erupcionó a finales de mayo, con lava que alcanzó hasta 50 metros de altura.
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Esa fue la octava erupción en la región en más de tres años y la quinta en poco más de seis meses.
Las autoridades monitorean la situación después de que el 29 de mayo se produjese la quinta y mayor erupción del sistema volcánico Svartsengi desde que este despertase después de 800 años de inactividad. Islandia está situada en una zona proclive a erupciones y cuenta con amplia experiencia en la materia.
Con información de: RT
