Un mono araña trepando un edificio en el Portal Iturbide, en pleno Centro Histórico del Zócalo de Puebla, sorprendió a transeúntes y comerciantes, generando una ola de reacciones en redes sociales.
El primate fue captado colgando de los balcones del inmueble ubicado en la esquina de las avenidas 5 de Mayo y Reforma, a escasos metros del zócalo capitalino.
Videos difundidos por testigos muestran al animal desplazándose ágilmente por la fachada del edificio, lo que despertó tanto curiosidad como preocupación entre los presentes.
Hasta el momento, las autoridades municipales y de Protección Animal no han confirmado si el mono araña fue rescatado ni han emitido un comunicado oficial sobre su procedencia.
Algunos ciudadanos especulan que el mono podría haber escapado de una vivienda cercana, lo que ha encendido las alarmas sobre la tenencia ilegal de fauna silvestre en zonas urbanas.
Este caso se suma a otros avistamientos recientes en el estado, como el ocurrido en Tecamachalco, donde un ejemplar fue rescatado por Protección Civil y trasladado a un centro especializado.
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El mono araña (Ateles spp.) está catalogado como especie en peligro de extinción en la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010. Por ello, su captura, posesión, transporte, venta o compra están prohibidos por la Ley General de Vida Silvestre y la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente.
De acuerdo con la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), tener un mono araña como mascota sin autorización representa un delito ambiental que puede ser sancionado con:
Multas de entre 300 y 3 mil días de salario mínimo, equivalentes a más de 30 mil pesos
Penas de prisión de hasta 9 años, si se comprueba que hubo captura, comercio o maltrato
Además del marco legal, expertos advierten que el mono araña sufre graves consecuencias físicas y emocionales cuando son extraídos de su hábitat.
Tenerlo en hogares no solo representa un riesgo para su bienestar, sino también para la salud pública, ya que pueden transmitir enfermedades zoonóticas.
Con información de Milenio.


