Un insólito episodio ocurrió en Virginia, Estados Unidos, cuando un reporte de robo en una licorería terminó siendo mucho más extraño de lo habitual. Durante la madrugada un ladrón enmascarado, un mapache, irrumpió en el establecimiento y provocó daños en la zona donde se almacenaba whisky escocés.
Botellas rotas, una placa del techo derribada y un charco de alcohol en el piso dieron las primeras señales del caos nocturno.
No obstante, el responsable no era un delincuente humano, sino un mapache, quien logró colarse por el techo del local.
Según el reporte, el animal habría bebido del licor derramado hasta quedar completamente desmayado en el baño de la tienda. La escena fue descubierta por un empleado al abrir el local por la mañana, quien encontró al mapache, dormido tras su noche de excesos.
Trabajadores del lugar, llevaron al animal al refugio para su evaluación médica, entre risas por uno de los casos “más insólitos” de su carrera.
La Protección y Refugio de Animales del Condado de Hanover informó que el mapache se recuperó tras un par de horas de sueño y “sin lesiones, salvo quizá una resaca y malas decisiones de vida”, antes de ser liberado en su hábitat natural.
La agencia aprovechó para recordar que “el allanamiento de propiedad privada no es la solución”, incluso para los animales silvestres.
El caso reavivó la memoria sobre otro incidente similar ocurrido en Brooklyn en 2015, conocido como el “mapache borracho de Brooklyn”. En esa ocasión, el animal entró a un depósito de cervezas, rompió cajas y terminó tambaleándose entre cascos vacíos, mientras los empleados grababan la escena.
El video se convirtió en uno de los fenómenos virales más comentados de ese año, acumulando más de dos millones de reproducciones en YouTube.
Aunque estos episodios suelen ser viralizados por su tono cómico, expertos señalan que el comportamiento errático de la fauna silvestre no siempre se debe a consumo de alcohol, sino más bien al estrés, el hambre o la desorientación.
Los mapaches destacan por su curiosidad extrema, su habilidad para colarse en espacios pequeños y su atracción por alimentos con olores intensos, factores que pueden llevarlos a situaciones inesperadas como la registrada en Virginia, Estados Unidos.
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El caso combina humor, fauna urbana y una lección de conciencia ambiental, recordando a los ciudadanos la importancia de mantener techos, bodegas y comercios asegurados para evitar incursiones que puedan poner en riesgo a los animales y al mismo tiempo generar daños materiales.
Por esta vez, el ladrón enmascarado, el mapache, no buscaba dinero ni escaparates sino disfrutar de un poco de whisky escocés.
Fuente: Excélsior
