Después de una llamada al número de emergencia 9-1-1, elementos de la Policía Seccional de la colonia Álvaro Obregón (Rubio) al norte del municipio de Cuauhtémoc, en el estado de Chihuahua, acudieron por el reporte sobre el hallazgo de una persona sin vida.
Al arribar al lugar, los agentes encontraron acostado boda arriba a un hombre de aproximadamente entre 25 y 30 años de edad, cuyos rasgos físicos son consistentes con los de la comunidad Rarámuri.
Durante la inspección, los paramédicos de la Cruz Roja del campo 101 confirmaron que la persona ya no presentaba signos vitales y que el cuerpo se encontraba en un avanzado estado de descomposición. Asimismo, se dio a conocer que el hombre no tenía aparentes huellas de violencia o lesiones visibles.
Debido a ello, el joven de entre 25 a 30 años de edad fue trasladado al Servicio Médico Forense (Semefo) para la correspondiente necropsia de ley. Hasta el momento, el hombre no ha sido identificado.
HALLAZGO DE OTRO CUERPO EN EL MUNICIPIO DE CUAUHTÉMOC
El pasado 4 de junio, personal de la Agencia Estatal de Investigación (AEI) perteneciente a la Fiscalía de Distrito Zona Occidente inició una investigación por el delito de homicidio después de que unas personas pasaban en las inmediaciones de un campo menonita y notaron la presencia de un hombre tirado en el suelo.
Tras la llamada a los números de emergencia, paramédicos confirmaron la muerte de un hombre en el municipio de Cuauhtémoc, quien presentaba heridas de arma de fuego.
Las corporaciones policiacas dieron a conocer que el cuerpo del hombre podría pertenecer a la etnia rarámuri. Fue encontrado recostado en posición de cúbito dorsal por un camino de terracería que conduce del campo 7B al campo 108.
De acuerdo con información proporcionada por las autoridades, la persona presentaba signos evidentes de descomposición, así como rastros hemáticos visibles en el rostro.
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Después de encontrar el cuerpo, elementos de la Policía Seccional de Álvaro Obregón (Rubio) notificaron el incidente a los agentes investigadores, quienes se hicieron cargo de la escena del crimen junto con personal del Departamento de Periciales y del Servicio Médico Forense (Semefo), para levantar evidencias en el lugar e integrarlas a las indagatorias.
El occiso fue descrito como de entre 30 a 35 años de edad, complexión robusta, de 1.60 metros de estatura, tez morena, cabello semi largo, lacio. Vestía un pantalón táctico en color negro, playera negra, zapatos de trabajo en color café, calcetines grises y cinturón negro.
