La Pluma del Pueblo
Pues resulta que este lunes, las diputadas Lili Campos Miranda y Cristina Torres Gómez hicieron ‘corte de listón’ de sus respectivas oficinas de gestión legislativa en Playa del Carmen; dos eventos que sólo difirieron por intervalo de 45 minutos y esto dio pie a los ‘mal pensados’ y yo diría más bien, a sus enemigos políticos para comenzar una serie de rumores sobre una eventual ruptura entre las panistas solidarenses; desde luego, nada más alejado de la realidad; incluso se especuló sobre si el gobernador llegaría al evento y cuál distinguiría, claro, todo ello, con la tan socorrida como dañina especulación.
Veamos, para comenzar y como diría Aldo Evaristo “hay niveles”, por lo que no es práctica de todos los partidos que sus huestes acostumbren escalar peldaños atacando al correligionario, balconeándolo o inventándole toda una historia de ‘leyenda urbana’. En Acción Nacional digamos que ocupan otro tipo de estrategias, pero sí es requisito sine qua non la civilidad, el respeto y el trabajo conjunto. Cuando un panista comete el error de visceralizar sus diferencias, las lleva a los órganos internos que les permite dirimir asuntos más particulares o personales y ambas partes, por lo general, acatan las resoluciones.
Ahora bien, se trata de dos diputadas que tienen sus características propias y que al final, han aprendido a complementarse y a hacer la chamba en equipo. Cristina Torres es una diputada que llegó a la diputación a través de la lista plurinominal de su partido, aunque también se le debe reconocer mayor arraigo con la ciudadanía solidarense; mientras que Lili llegó a la diputación conquistando cada uno de los votos que le llevaron hasta la curul, aunque también le han hecho cuestionamientos por haber pertenecido al equipo de la Desarrolladora de la Riviera Maya.
Los dos eventos estuvieron muy a la par, lo que permitió especular en el sentido de que ya estarían compitiendo entre ellas, lo cierto es que Cristina acudió a la inauguración de las oficinas de Lili y viceversa y no sólo ello, se dieron cita varios miembros de Poder Legislativo, personajes del panismo estatal.
Lo trascendente es el mensaje. Lili Campos estableció su oficina de gestión justo enfrente del domo de la colonia Luis Donaldo Colosio, justo en el lugar de mayor influencia de los seguidores de la actual presidenta municipal, Laura Beristain Navarrete; es, evidentemente, un desafío y un recordatorio a las promesas de campaña que estableció.
El mensaje en realidad fue uno de unidad, aunque a las huestes de la tragedia no les cuadre y denosten desde hoy y en lo sucesivo; se trató de enviar un mensaje en el sentido de cumplir las promesas de campaña y hacer realidad tanto el trabajo de gestión, como la consecución de las denuncias, las demandas y demás temas jurídicos en torno de la presidencia municipal de la Beristain. Tan unidas, que hasta podríamos preguntarnos, ¿por qué no mejor rentaron el mismo local? Pero evidentemente, cada una tiene sus temas, cada una sus estrategias, ello no tiene nada que ver con filias o animadversiones, sólo con el trabajo y la forma de realizarlo.