La Comisión de Agua Potable y Alcantarillado (CAPA), dependencia encargada de brindar tanto agua como drenaje a las familias de siete municipios de Quintana Roo -aquellos donde no hay concesión- siempre es noticia por el mal servicio brindado y por sus carencias.

Es común ver en medios de comunicación y en redes sociales denuncias contra CAPA y su personal. Ya sea por falta de agua, porque falla una tubería, porque no hay presión suficiente para que el líquido llegue a los hogares y hasta por tardarse en llevar a cabo trabajos y reparaciones.

No es un secreto que la Comisión no cuenta ni con el personal ni los recursos suficientes para brindar el servicio que merecen los quintanarroenses. 

Y es que mientras por un lado aumentan las necesidades en la entidad en diversos rubros porque a su vez crece la población, los recursos son menores, tanto lo que se recauda localmente como lo que envía la federación. Una clara consecuencia de la pandemia.

Para hablar de los problemas de CAPA, retomemos dos casos recientes.

Uno ocurrido en noviembre del año pasado, cuando comenzaron a llegar dos recibos de cobro al mes a los ciudadanos. La gente, con razón, puso el grito en el cielo, pues pensó que si de por sí los cobros de CAPA son elevados, ahora les estaban cobrando doble.

Si bien se aclaró que no era doble cobro, sino que estaban haciendo un corte cada 15 días, la gente no dejó de estar enojada por esta decisión de la dependencia que nunca fue explicada y que por ello causó aún más molestias.

Pero más recientemente, en estos primeros días del 2022, hay localidades que incluso se han quedado sin agua. Tal es el caso de Kantunilkín, donde una falla en un ducto originó que no hubiera agua durante varias horas. ¿Se imaginan lo que es pasar ese tiempo sin agua? Pues quizá sí, porque situaciones similares han ocurrido en los siete municipios donde opera la CAPA.

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La mala gestión de CAPA empieza desde la cabeza, es decir, de su director Gerardo Mora Vallejo, quien en ocasiones está más interesado en ver cómo despegar su carrera política, buscando algún puesto de elección popular y por eso presta más atención a la grilla que a la labor que le encomendó el gobernador.

Desde agosto de 2021, Mora Vallejo destapó sus aspiraciones para buscar la candidatura a la gubernatura, pero al final ni consiguió el respaldo de su partido ni se dedicó por completo a hacer su trabajo.

Por todo lo anterior es pertinente cuestionarse si CAPA está a la altura y si cuenta con los recursos materiales y humanos necesarios para brindar los servicios de agua potable y alcantarillado en siete municipios del estado. ¿Cuánto más pueden soportar los quintanarroenses la mala calidad en estos servicios?

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