La Pluma del Pueblo
En ninguna otra ocasión, la integración de una Legislatura había generado el interés que hoy despierta el inicio de los trabajos de la XVI, si acaso la primera. Ocurre que con todas las demás, ha sido ‘pan con lo mismo’, o para decirlo de forma más descriptiva “PRI con lo mismo”. Aunque la anterior, efectivamente fue “la Legislatura del cambio”, en cuya integración el PRI dejó de ser aplastante mayoría, en el transcurso de sus trabajos, aun conservaron el candado de la figura de la Gran Comisión.
Sin embargo, esta XVI Legislatura ha llamado la atención de propios y extraños, debido, no sólo a su conformación plural, sino por el hecho de que por fin, el Congreso del estado deja de ser un botín político y sienta las bases para hacer un trabajo que deba responder a los intereses de los quintanarroenses; es decir, al ciudadano que eligió a cada integrante, so pena de que el partido que representa el diputado y el mismo legislador sea castigado con la ignominia ciudadana.
Esta conformación obliga a que, más allá de las diferencias, que son muchas, el Poder Legislativo trabaje en armonía y pluralidad y debo insistir, con la integración de todas las voces y posturas, gracias a la desaparición de la figura de la Gran Comisión.
Édgar Gasca es la figura de la estridencia por el momento; sin embargo, el ahora diputado tiene entre manos un gran reto; la responsabilidad de limar asperezas al interior de su propio partido y desde luego, como coordinador de la bancada, asegurarse de que el funcionamiento de la misma se dé en términos de unidad, de acuerdos y respeto.
No cabe duda que lo logrará, Édgar Gasca cuenta con la experiencia de ya haber sido representante popular, por lo que seguro sabrá aplicar la fórmula que permita a la Fracción Parlamentaria trabajar en unidad; será sólo cuestión de “aceitarla bien” y permitir la libre manifestación de ideas.
El que sí llega forzado, raspado, confrontado y demás, es el diputado Gustavo Miranda. Al nuevo “Niño Verde”, sus ‘papis’ tuvieron que comprarle la coordinación de la Fracción Parlamentaria del Verde y, aunque sabemos que Jorge Emilio González todo (literalmente) pone a la venta, en esta nueva conformación de la XVI Legislatura, las cosas pudieran no resultar tan simples como aparentan.
Deberán considerar que el PVEM no llega solo y que es fracción aliada de Morena; si el partido de los imberbes pretende traicionar a la línea política de su aliado, corre riesgos considerables, el primero de ellos, desaparecer, pues como buen partido político rémora, oportunista y sin bases, dependen de que “el partido en el poder” les tire un par de huesitos para roer.
Hay que recordar que a Gustavo Miranda se le impugnó precisamente por mercenario, pues aún cuando había logrado la candidatura por el PVEM, no soltó, sino hasta el último, su calidad de “candidato independiente”, toda vez que el objetivo fue asegurar la candidatura; de una forma u otra, al final, sería el dispendio de dinero el que le permitiría llegar a donde está.
Y es que nunca hubo una propuesta seria, un trabajo político, una propuesta joven que destacar, fue sólo pasar de una postura a otra, destacando tan sólo el tema de Aguakan, el peor de los lugares comunes, en su bancarrota de ideas, tiene sólo la manoseada bandera del agua, la que usa cualquier político de pacotilla. A ver ahora qué pasa; en este momento en que los temas urgentes para el estado son muchos y cuya solución no se la pueden regalar papi o mami; en verdad, mucha suerte es lo que va a ocupar y recursos para las críticas; al tiempo.
La bancada que llega con la mayor experiencia, sin diferencias y con todo para destacar, el la Fracción Parlamentaria del PAN. Cristina Torres y Lili Campos; una, con la experiencia de haber sido presidenta municipal y la otra, con toda la experiencia que le dejó caminar toda su demarcación y haber escuchado al electorado, seguro estoy que harán un papel destacado.
A estas características, se suma el hecho de contar con un diputado que repite; Eduardo Martínez Arcila ha mostrado una clara madurez en el trabajo destacado que encabezó, no sólo su bancada, sino la responsabilidad de haber permanecido los tres años de la anterior Legislatura, como el presidente, el representante del Congreso del estado.