Si Donald Trump cumple su mayor promesa de la campaña que lo regresó a la Casa Blanca, 2925 será el año de las deportaciones. El presidente electo ganó con un violento mensaje antimigrante con la mayor operación de expulsión de extranjeros en la historia del país.
La Patrulla Fronteriza (Border Patrol) empezó en el condado Kern, California ─180 kilómetros al norte de Los Ángeles─ las primeras redadas de personas, la mayoría jornaleros mexicanos que no hablan inglés, y en muchos casos ni siquiera español.
Se trata del perfil de migrantes que el zar de la frontera, Tom Homan, dijo que serían los primeros deportados en cuanto el presidente entrante asuma la presidencia el 20 de enero próximo.
Las redadas contravienen lo anunciado por el propio Homan el pasado 11 de diciembre de 2024, cuando dijo que las deportaciones masivas de indocumentados empezarían en Chicago el 21 de enero, horas después de la toma de posesión de Trump.
Las operaciones en Kern esta semana, según defensores de la inmigración, alarman a los residentes, las familias de los inmigrantes y la industria agrícola de la región.
Las noticias sobre avistamientos de Aduanas y Protección Fronteriza en todo el condado de Kern, incluso dentro de los límites de la ciudad de Bakersfield, circularon ampliamente el martes 7 de enero por la tarde en TikTok y las redes sociales.
Dicen que los trabajadores agrícolas de la zona están siendo atacados cuando se dirigen al trabajo: “Es una táctica para asustar”, dijo Leydy Rangel, directora de Comunicación de la Fundación Trabajadores Agrícolas Unidos (UFW, por sus siglas en inglés.
La Fundación United Farm Workers (UFW) estima que al menos 192 personas han sido detenidas en el condado de Kern sólo entre lunes y martes, y que es probable que la cifra aumente esta semana al término de las operaciones de la Patrulla Fronteriza.
“Son arrestos selectivos de gente involucrada en el contrabando”, aseguró la oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), que coordina las acciones: “Se trata de esfuerzos por desmantelar organizaciones criminales transnacionales”, según esa dependencia.
“Hay decenas de personas sin localizar, pudieron enviarlos a cualquier lugar del país [y hoy mismo] están desaparecidos”, dijo el líder jornalero Luis Magaña, coordinador de Trabajadores Agrícolas de California (OTAC), del valle San Joaquín.
Miedo
La OTAC que lleva lustros apoyando a trabajadores agrícolas, estimó que entre el lunes 6 y el martes 7 de enero, los detenidos podrían estar en el Centro de Detención Golden State Annex, o en el condado Imperial, cerca de la frontera entre Estados Unidos y México.
La Red de Respuesta Rápida en Apoyo a Migrantes, una coalición de organizaciones civiles, indicó que el operativo adelantado en el Valle Central, la región agrícola más productiva del país, “busca amedrentar y llegar a la toma de Trump con terreno avanzado”.
Esas tácticas de generar miedo tienen efectos perjudiciales para los miembros de la comunidad, que son separados abruptamente de sus seres queridos, y que ahora temen por su seguridad”, dijo la portavoz de la Red, Rosa López.
Advirtió que las redadas “tienen graves consecuencias para industrias como la agricultura, que tiene el potencial de perturbar las economías locales, estatales, federales y mundiales. No podemos sacrificar la comida para que Trump gane puntos anticipados”, advirtió.
Aunque la Patrulla Fronteriza ha dicho que busca a personas con antecedentes ya ubicadas, testigos indican que detienen a quienes encuentran sin condición migratoria regular.
Una dependiente de la gasolinera Chevron, muy concurrida por trabajadores agrícolas, dijo que la patrulla llegó sorpresivamente a revisar documentos a todos los clientes que llegaban al expendio, y que algunos fueron arrestados al entrar a pagar o hacer compras.
La Red en Bakersfiel y la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) en el Valle Central informaron estar listas para representar en tribunales a los detenidos; empero, bajo el argumento de arrestos por antecedentes, se puede hacer la deportación rápida.
Un abogado de migración en Bakersfiel, Win Eaton, advirtió que, además, si los patrullero buscan a personas que han ubicado en sus domicilios, por lo general también detienen a otras personas que encuentran en la operación, son “detenciones colaterales”.
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No obstante, advirtió que en la región agrícola viven estadunidenses cuya lengua materna es el español y al trabajar en el campo salen sin documentos, por lo que “pueden detener y deportar a ciudadanos de Estados Unidos en una grave violación constitucional”.
Oficialmente, hay 11 millones de indocumentados en Estados Unidos, pero Donald Trump ha hablado de hasta 25 millones, aunque nunca ha dicho claramente cuántos planea deportar. Entre la incertidumbre, la política exterior o la economía, el compromiso migratorio es una de las pocas certezas en el retorno del republicano al poder.
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