Un acto de honestidad conmovió a una comunidad en Estados Unidos cuando un niño de 10 años devolvió un anillo de brillantes que encontró en el estacionamiento de un Costco en la ciudad de Manchester, Missouri.
El menor, identificado como Kal Blank, decidió entregar en una el anillo de brillantes en cajita con un emotivo mensaje, lo que permitió a su dueña recuperar una pieza cargada de valor sentimental.
EL HALLAZGO EN EL ESTACIONAMIENTO
Kal Blank fue con su padre y hermano de compras a Costco de Manchester cuando notó que algo brillaba en el pavimento del estacionamiento. Al recogerlo, se dio cuenta que el anillo de brillantes pesaba más de lo que imaginaba. Al llegar a casa, mostró lo que había encontrado a su madre, la doctora Kelli Blank, quien contactó con personal de la tienda para intentar localizar a su dueña.
UNA JOYA CON MÁS DE 50 AÑOS DE HISTORIA
La propietaria resultó ser Mae Pratzel, quien ese mismo día había extraviado el anillo de brillantes. La mujer había perdido peso tras una cirugía, lo que ocasionó que la sortija se le cayera sin que lo notara. La pieza no era cualquier joya, pues su esposo le entregó ese anillo de brillantes cuando se comprometieron, hacía más de cinco décadas.
EL GESTO ESPECIAL DE KAL
Kal Blank no se limitó a devolver el anillo de brillantes en el Costco de Manchester. Decidió limpiarlo, colocarlo en una pequeña caja que su madre había traído de Irlanda y acompañarlo con una nota escrita a mano en la que expresaba:
“Quería quedármelo porque era bonito y brillante, pero espero que ahora te sientas tranquila al tener tu anillo de vuelta”.
El detalle conmovió profundamente a Mae Pratzel, quien expresó que no sólo recuperaba el anillo de brillantes, sino también la fe en la bondad y la inocencia de los niños.
UN REENCUENTRO EMOTIVO
Mae Pratzel viajó desde Springfield hasta Manchester, Missouri, para reunirse con la familia Blank y agradecer personalmente el noble gesto. En el encuentro se revelaron coincidencias sorprendentes: uno de los nietos de la dueña del anillo de brillante estudia en la misma escuela que la hermana de Kal Blank, y además el padre del niño, quien trabaja como asistente del fiscal de Estados Unidos, tenía vínculos profesionales con Alan, esposo de Mae Pratzel.
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UNA HISTORIA CON FINAL FELIZ
El reencuentro se dio a tiempo para que Mae y Alan Pratzel celebren su 50 aniversario de bodas el próximo diciembre, teniendo nuevamente consigo el anillo de brillantes, que representa medio siglo de vida en común.