El podcast mexicano “La Cotorrisa”, conducido por Ricardo Pérez y José Luis Slobotzky, enfrenta un creciente conflicto legal tras la denuncia presentada por la influencer Jessica Bustos, quien asegura haber sido víctima de acoso sexual derivado de comentarios realizados en una de las emisiones del programa.
El caso, que ya llegó a su primera audiencia, ha desatado un intenso debate sobre los límites del humor y la responsabilidad digital de los creadores de contenido.
El enfrentamiento comenzó en el episodio 308 de la “La Cotorrisa”, posteriormente eliminado de todas las plataformas, donde los conductores hicieron comentarios y chistes de connotación sexual sobre Jessica Bustos, conocida en redes como “Yoshi”, esposa del creador de contenido Xuxo Dom.
De acuerdo con el matrimonio, las burlas afectaron emocionalmente a Jessica Bustos, detonando una situación que escaló con el tiempo.
Tras meses de malestar, la influencer anunció en redes que había interpuesto una denuncia formal contra los “creadores de contenido” responsables.
Aunque inicialmente no mencionó nombres, fue el propio Xuxo Dom y diversos medios quienes confirmaron que la denuncia se dirigía específicamente contra Ricardo Pérez y José Luis Slobotzky.
Jessica Bustos afirmó que los hechos dañaron su “familia, honor, integridad y autoestima” y que buscaba sentar un precedente en defensa de quienes enfrentan situaciones similares de violencia digital.
En esta etapa, Jessica Bustos informó que la carpeta de investigación se mantenía en integración y que daría más detalles una vez que se judicializara y pasara a manos de un juez de control.
Los comediantes, hasta ese momento, optaron por no emitir declaraciones públicas sobre el caso.
El conflicto tomó un rumbo más complejo cuando Xuxo Dom aseguró que, aunque los integrantes de “La Cotorrisa” ofrecieron una disculpa, no se tomaron medidas para frenar los ataques que él y su esposa continuaban recibiendo en redes sociales.
También señaló que la controversia generó pérdidas económicas para la pareja, como cancelación de campañas publicitarias. Por ello, insistió en que buscan una reparación de daños, e incluso declaró que, si fuera necesario, podrían exigir que los implicados “paguen con cárcel”.
Jessica Bustos, por su parte, negó que busquen fama o dinero, asegurando que lo único que desean es que se haga justicia por el acoso vivido.
La situación emocional ha sido tal que la influencer incluso considera cerrar sus cuentas de redes sociales debido a los ataques.
En respuesta, el abogado de los comediantes argumentó que fueron Jessica Bustos y su esposo quienes inicialmente hicieron públicos los detalles que luego se mencionaron en el podcast, además de señalar que existe comunicación previa que minimizaría el conflicto, lo que genera un punto de disputa legal.
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El caso permanece abierto. La carpeta de investigación sigue en manos de las autoridades y su judicialización aún está pendiente.
Sin embargo, ayer se realizó la primera audiencia, a la que acudieron ambos comediantes. Aunque no se ofrecieron detalles sobre los avances, Jessica Bustos aseguró que ella y su esposo han recibido amenazas de muerte desde que denunciaron lo ocurrido.
Mientras tanto, los señalados mantienen silencio público, y el debate sobre los límites del humor y la responsabilidad legal de los creadores de la “La Cotorrisa” continúa dividiendo opiniones en redes.
Fuente: Milenio
