Antes de que la tecnología avanzara tanto, los niños que crecieron en las últimas dos décadas del siglo XX e incluso en la primera del siglo XXI, seguro recuerdan estos juguetes.
Los juguetes de nuestra infancia
Tazos
No había juguetes más codiciados que los tazos a la hora del recreo, donde era recurrente ver a niños “echar la reta” para apostar estos tazos y ganar cuando volteabas más que todos.
Compraras o no las frituras donde salían estos tazos, las colecciones más codiciadas fueron Pokémon (1, 2 y 3), Looney Tunes, Dragon Ball, los Simpson y Caballeros del Zodiaco.
Aunque hoy en día siguen saliendo en las papas Sabritas, ya se ha perdido esa tradición de ver a niños apostando y jugando tazos de manera inocente.
Hielocos
Figuras de plástico semitransparente que eran coleccionables, lanzadas por Coca Cola.
Se conseguían cambiando taparroscas o corcholatas del refresco, más una módica cantidad.
Más de cuatro ediciones de esta colección salieron al mercado, entre ellos los “alien” (brillaban en la oscuridad) y los “futboleros”.
Tamagotchi
Aunque involucraba tecnología en cierta manera, el tamagotchi era una manera inocente de cuidar, alimentar y limpiar a tu “mascota” virtual.
Fueron una bomba de la mercadotecnia y muchas versiones salieron al mercado en diferentes diseños, formas, colores y tamaños.
Manitas pegajosas
Juguete clásico de las ferias de barrio o pueblo, donde la gran maravilla era pegarlas a los vidrios o ventanas de tu casa.
Lo malo era las marcas que dejaban, y que tras un tiempo de usarlas, al adherirse tierra o polvo, perdían la gracia.
Tetris
El pionero de los Game Boy y consolas portátiles, el tetris era una barata consola que te garantizaba horas de entretenimiento.
Sólo bastaban un par de pilas y un poco de habilidad para ir superando los infinitos niveles en este adictivo juego que consistía en embonar figuras de diferente forma.
Aunque hoy existen versiones actualizadas para las consolas más modernas, este aparato es lo que más extrañamos de nuestra infancia.
Tronadoras o “taka-takas”
Aunque hoy parecería tonto admitir que la finalidad de las tronadoras o “taka-taka” era sólo chocar dos pesadas bolas de plástico entre sí, en esa época fueron una revolución.
Venían en diferentes tamaños, y todo era risas y diversión hasta que alguien se daba un buen golpe en la mano con ellas; aunque esto no impedía que dejáramos de jugar, pues el reto era ver quién duraba más tiempo haciéndolas rebotar entre sí.
Pizarrón mágico
Su nombre original era Etch-A-Sketch, se trataba de un rectángulo en forma de televisión.
Contaba con dos botones en la parte inferior, que trazaban líneas verticales y horizontales al darles vuelta.
Desde escribir mensajes, hacer garabatos y hasta aventarte recreaciones de obras de arte, todo era posible en el pizarrón mágico.
Para borrar los trazos, bastaba con agitarlo con fuerza.
Furby
Cuando los niños no podían tener una mascota, estos muñecos peludos aprendían todo lo que le enseñabas, aunque su aspecto daba un poco de miedo, debido a que se asemejaban mucho a los Gremlins.
Fueron la sensación y todo niño pidió uno a Santa Claus o los Reyes Magos.
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¿Qué otro juguete o coleccionable de tu infancia recuerdas?