El Senado de México fue el lugar de una manifestación por parte de activistas defensores de los animales, para exigir una sanción al legislador Adolfo Gómez, del gobernante Movimiento Regeneración Nacional (Morena), quien promovió un ritual de sacrificio de una gallina en la sede del legislativo mexicano.
Sofía Morín, organizadora a título individual de la concentración comentó: “Estamos aquí reunidas muchas organizaciones y activistas de protección animal para exigir (…) que al senador se le sancione”.
Morín consideró “increíble” que un cargo público dé tal “ejemplo” a la sociedad mexicana, que está entre “los primeros lugares en maltrato animal a nivel mundial”.
La Cámara Alta se vio envuelta en una polémica por el sacrificio de un ave, que estaría enmarcado en “la Ofrenda por el Día de la Lluvia (Tláloc)”, según informaron medios locales.
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Legislador promovió sacrificio de gallina en el Senado
En un video, colgado por la periodista Leticia Robles en su cuenta de X, se observa cómo un grupo de personas practican un ritual con la gallina, que consiste en cortarle el cuello y recoger su sangre en un tarro.
Horas después, la presidencia de la Cámara Alta, que recae en la también morenista Ana Lilia Rivera, se desvinculó de lo ocurrido y cargó toda responsabilidad en Gómez :“Que esto haya sucedido en un recinto público es completamente indignante”.
Gómez, que se adscribe a una comunidad originaria, en declaraciones al periódico 24 Horas, se escudó en el segundo artículo de la Constitución mexicana, que reconoce a los pueblos nativos y regula sus usos y costumbres.
La activista se mostró “completamente respetuosa” con “varias” de las tradiciones de las comunidades originarias mexicanas, pero advirtió que el movimiento animalista “no tolerará” el maltrato animal.
En este sentido, el Consejo Autónomo de Pueblos y Barrios Originarios también mostró su rechazo a los hechos a través de un comunicado difundido en X, donde recordó la necesidad de celebrar los rituales en espacios dedicados a ello.
“Los actos sacrificiales en espacios públicos no sagrados ni consagrados para el desarrollo de nuestras prácticas identitarias, culturales y ancestrales contravienen el pacto constitucional de ‘mantener la unidad'”, subrayó.